Madrid se convirtió en el epicentro de la moda este 18 de septiembre con un desfile que no solo reunió a un mar de estrellas latinas y españolas en la icónica Plaza Mayor, si no que presentó una colección donde la esencia única de Carolina Herrerase fusionó con guiños a la historia de la ciudad española en piezas llenas de nostalgia y una artesanía impecable.
Por primera vez, la casa de moda con base en Nueva York presentó una de sus colecciones principales fuera de la Gran Manzana, eligiendo Madrid como la sede para su colección prèt-â-porter para primavera/verano 2026.
Con 800 invitados y más de 70 looks en pasarela, el desfile fue un evento cultural a gran escala, un homenaje y una declaración de amor a la capital española. “Hay algo en el ritmo de esta ciudad, en su apetito por la vida, que me inspira cada temporada y que encarna profundamente a la mujer Herrera”, compartió Wes Gordon, director creativo de la marca.
Las luces se apagaron a las ocho y media de la noche y las modelos fueron emergiendo de la Casa de la Panadería, recorriendo una pasarela rosa claro de casi un kilómetro de largo que se extendía por la plaza, mientras los locales observaban con curiosidad desde las terrazas de los restaurantes y los balcones, con un soundtrack perfectamente curado para poner a los invitados a cantar con hits eléctricos de los 80.
“Me he enamorado de la ciudad”, confesó Gordon a El Mundo antes del desfile. “Su energía, su estilo y la inspiración que transmite encajan a la perfección con la esencia de la marca”. La propuesta de colores se movió desde el icónico rojo de Herrera hasta profundos violetas, burdeos, rosas empolvados, amarillo cítrico y un negro intenso en inesperadas y atrevidas mezclas.
Las siluetas con gran volumen y estructura se dejaron ver en chamarras que recordaban a la montera de un torero, pantalones de sastrería que evocaban el estilo goyesco, mangas inspiradas en los trajes típicos madrileños y bordados en forma de claveles. Un auténtico homenaje a la moda y la historia de España.
Y con la elegancia que siempre ha representado a la firma, no podían faltar los diseños románticos, femeninos y contemporáneos, construídos con la excelencia artesanal que los caracteriza.
Los invitados que conquistaron el front row
La lista de invitados fue infinita y exclusiva, con la presencia de mexicanos como Michelle Salas, Renata Notni y Ale Capetillo; además de celebridades latinas, españolas e internacionales como Pedro Almodóvar, Aitana Sánchez Gijón, Nieves Álvarez, Olivia Palermo, Alexa Chung, Becky G, Sebastina Yatra, Vittoria Ceretti y las hijas de Carolina Herrera, Carolina Adriana y Patricia Cristina.
Como un homenaje multidimensional a una ciudad que late con historia, alegría y reinvención, el evento incluso coincidió con el lanzamiento de la última fragancia de Carolina Herrera, La Bomba, una celebración de la espontaneidad y vitalidad latina.
Carolina Herrera, una marca profundamente arraigada con el lujo y la alta costura con raíces latinas, ha dejado claro que también es posible reinventarse y dejarse inspirar por una industria global que se reinventa constantemente, logrando que la ciudad de Madrid se sintiera como su hogar por una noche.