Después de sorprender al mundo con un cambio de look que seguro dominará las tendencias de belleza este otoño-invierno, Kate Middleton sigue imponiendo tendencia y honrando el legado de la familia de su esposo, el príncipe William, a cada paso que da.
En esta ocasión, la Princesa de Gales sorprendió al acompañar al heredero al trono de Inglaterra a un emotivo acto con motivo del tercer aniversario del fallecimiento de la Reina Isabel II, en la sede local del Women’s Institute en Sunningdale, Berkshire, donde ambos rindieron un significativo homenaje a la monarca.
La pareja real se mostró de muy buen ánimo a su llegada y tan elegante y cómplice como siempre. Kate, de 43 años, deslumbró con un nuevo vestido gris con estampado de tartán. El sofisticado diseño de aires vintage es de una de sus diseñadoras favoritas, Alessandra Rich, que destaca por sus voluminosas mangas abullonadas, un increíble cuello “Peter Pan” y botones dorados al frente.
La royal completó el look con unos estilizados tacones altos y llevó su tan comentado cabello suelto en tono miel, con ondas suaves.
El simbolismo detrás del tartán: el estampado de la realeza
Sin embargo, lo que más destacó de su look fue la elección del estampado, un patrón que simboliza la unión entre la monarquía británica y sus raíces escocesas. La Familia Real ha utilizado este antiguo estampado en muchas ocasiones para rendir homenaje a su pasado y su legado escocés, convirtiéndose en una tradición dentro de los miembros de la realeza inglesa.
El tartán, originado en la Escocia del siglo XVI, era el distintivo de cada clan, con un sett particular que representaba linajes, territorios y alianzas. Más que un estampado, era un lenguaje visual de pertenencia. Limitado a las Highlands y sin registro oficial hasta el siglo XIX, fue la literatura y el interés de la aristocracia —impulsados por Sir Walter Scott— los que lo elevaron a símbolo nacional y emblema de la realeza.
Y fue en la boda del príncipe Alberto y la reina Victoria donde este patrón comenzó a aparecer en ceremonias reales fuera de Escocia.
En años más recientes, tanto la Reina Isabel II como la princesa Diana llevaron en distintas ocasiones este histórico estampado tanto en faldas, como en vestidos y accesorios. Convirtiéndose poco a poco en un textil recurrente en piezas de alta costura.
Ahora, Kate Middleton ha rendido homenaje a esta tradición de forma fresca y sofisticada, dejando claro que aunque la realeza evoluciona y se moderniza, las raíces históricas siempre serán un pilar fundamental dentro de la monarquía.