Desde que hace un par de meses se consolidó oficialmente la familia Bezos-Sánchez, los recién casados no han dejado de disfrutar esta nueva etapa. Han recorrido el mundo como marido y mujer, pero también se han dado el tiempo de visitar distintos lugares de Estados Unidos. Hace unas horas fueron captados en West Hollywood, en una salida muy romántica y llena de estilo.
El magnate fundador de Amazon, Jeff Bezos, y su flamante esposa eligieron Alba, un restaurante italiano con dos sedes —una en Nueva York y otra en California— que en los últimos meses se ha convertido en el hot spot favorito de las celebridades que viven o visitan Los Ángeles.
Su enorme popularidad sin duda atrajo la atención de los recién casados, quienes disfrutaron de una cena íntima en este lugar que se define como sofisticado y con la vibra de la costa italiana. Un detalle muy especial si recordamos que Italia ocupa un lugar importante en su historia de amor, pues Venecia fue el destino elegido para su mediático matrimonio.
Pero así como llamó la atención verlos en uno de los sitios más concurridos por celebridades, también resultó imposible pasar por alto el look de Lauren. Desde que comenzó su relación con el multimillonario de Nuevo México, su guardarropa se ha convertido en un tema de conversación constante, ya sea por su estilo atrevido o por su capacidad de encontrar verdaderas joyas de archivo. En esta ocasión, su elección volvió a confirmar lo mucho que disfruta la moda.
Lauren Sánchez-Bezos sorprende con look vintage de Dior
En la actualidad, con tantos cambios en la dirección creativa de las grandes firmas, parece un buen momento para revisitar los clásicos mientras esperamos lo que presentarán las casas de moda en las próximas semanas. Esto ha provocado que varias celebridades recurran a piezas de archivo y Lauren se sumó a la tendencia con un vestido muy especial.
Se trata de una creación de John Galliano para Dior, diseñada en 2008. Aunque no es un modelo tan antiguo, posee ese aire de inicio de siglo que lo convierte en un clásico y, al mismo tiempo, en una pieza completamente vigente.
El vestido puede describirse como un wrap dress gracias a su estructura cruzada que define perfectamente la silueta femenina. Es sin mangas y con un escote pronunciado, pero su verdadero encanto está en los drapeados que recorren tanto la parte superior como la falda, efecto que culmina con un nudo frontal que acentúa el acabado sofisticado.
La parte inferior del vestido —de tono chocolate—, lo hace aún más especial. En el borde de la falda se aprecia un bordado en color dorado pálido, además de delicados flecos que aportan movimiento y un sutil toque de brillo que eleva el diseño. Para completar su estilismo, Lauren eligió zapatos de ante marrón y unos aretes discretos. Una apuesta que podría considerarse básica, pero que en su caso resultó perfecta para dejar que el statement piece de la noche fuera su espectacular diseño de colección.