Ferruccio Tinghi fue uno de los empresarios textiles más influyentes en México, reconocido por ser el puente entre el estilo italiano y el mercado nacional. A su llegada a México en la década de los setenta, asumió la dirección de empresas del Grupo GFT como Rivetex, -en su momento la mejor fábrica de casimires en América- y High Life, que representaba marcas de lujo y calidad internacional.
El inicio de una carrera ejemplar
1992 fue un año decisivo para la carrera del empresario italiano -quien contaba con experiencia trabajando para la firma Gucci en su época dorada- y para el escenario de la moda en México, al inaugurar la primera boutique de Max Mara en el país, una marca italiana que se destaca por su elegancia, calidad y sofisticación. Su gestión incluyó la expansión de la marca con boutiques en Ciudad de México y el resto de la república mexicana así como su presencia en las mejores tiendas departamentales, posicionando con firmeza el Made in Italy.
Una trayectoria como pocas en el mundo de la moda
El compromiso de Ferruccio Tinghi con el lujo, la moda y los lazos comerciales entre México e Italia le valió distintos reconocimientos como el Premio a la Trayectoria durante la Tercera Edición del Premio Italia-México en 2011, que celebró su labor como embajador de la cultura y el diseño italiano en el país; así como el primer LuxuryLabAward otorgado por la agencia de comunicaciones Grupo LBN, por ser uno de los pioneros del lujo en México.
Una visión singular sobre el verdadero lujo
Tinghi siempre defendió el verdadero lujo. En una entrevista del 2016 para Gatopardo, Tinghi aseguraba que “el lujo no era ostentación, sino belleza, tacto, calidad y sencillez”. Criticaba el exceso de logos y destacaba que la moda debía responder a los cambios sociales, no solo a tendencias superficiales.
"Maurizio Gucci decía que ‘nosotros no estamos en la industria del lujo, nosotros estamos en la industria de las cosas bellas’".
Más allá de su éxito comercial, Ferruccio Tinghi fue admirado por sus valores, calidez, visión global y capacidad para inspirar. En declaraciones recientes para el diario Reforma, don Ferruccio afirmó: “Creo en la honestidad que permite ver a la gente de frente. En la honradez como un valor no negociable, en la igualdad como línea de trato a colaboradores y visitantes a nuestra boutique de moda europea. Y es que aquí se practica el respeto y la dignidad sin distinciones de raza o condición. Ese es el lema”.
El legado continúa en su familia
Sus hijas, Francesca y Elena Tinghi, han asumido el liderazgo del grupo que abarca marcas como Max Mara, Sportmax, Weekend, Marella y PennyBlack. Con formación internacional y experiencia en la industria, continuarán la misión de su padre de mantener viva la excelencia del lujo italiano en México.
Ferruccio Tinghi, a quien recordamos con cariño tras su partida, no solo ayudó a introducir y posicionar la moda italiana en México, sino que creó un modelo empresarial sólido, basado en la autenticidad y la calidad. Su historia es la de un visionario que entendió que el lujo verdadero no se mide en ostentación, sino en valores, tradición y futuro.