La familia real de Mónaco —incluyendo a la princesa Carolina y a la recientemente retirada Estefanía Grimaldi— se reunió este fin de semana para conmemorar los 20 años desde que el príncipe Alberto ascendió al trono, tras el fallecimiento del príncipe Raniero III en 2005.
Este día, convertido ya en una celebración nacional, también reunió a las nietas y herederas de la mítica Grace Kelly, entre las que destacó Beatrice Borromeo, quien forma parte de la familia desde su boda con Pierre Casiraghi hace una década.
La presencia de la aristócrata italiana cobró especial relevancia luego de que, hace unas semanas, se confirmara que está esperando su tercer hijo y, como era de esperarse, ha vuelto a demostrar que el embarazo no está reñido con la elegancia, dando lecciones de estilo con cada una de sus apariciones recientes.
Y es que si algo ha definido a Beatrice es su amor por la moda y su innegable buen gusto, por lo que esta nueva etapa no ha hecho más que reafirmarlo: incluso con sus curvas premamá, se mantiene impecable y sofisticada, acaparando miradas en cada evento.
Beatrice Borromeo luce su embarazo en la gran fiesta de Mónaco
Hablar de la familia real de Mónaco es hablar también de estilo, moda y belleza. En cada uno de sus actos públicos, los miembros de la dinastía Grimaldi hacen gala de su refinado gusto, y entre ellos hay quienes brillan especialmente, como Charlotte Casiraghi y Alexandra de Hannover, hijas de la princesa Carolina, o Pauline Ducruet y Camille Gottlieb, hijas de Estefanía.
En esta lista de referentes del estilo, Beatrice Borromeo merece mención aparte, especialmente después de su espectacular aparición en esta celebración. Con un vestido elegante y los accesorios adecuados, fue una de las mejor vestidas en los festejos por las dos décadas de reinado de Alberto de Mónaco.
La esposa de Pierre Casiraghi eligió para la ocasión un vestido en tono crema, ultrafemenino y clásico, sin mangas y con una amplia falda midi en corte ‘A’, que comenzaba justo debajo de un delicado cinturón rematado con un moño. Como detalle encantador, el vestido presentaba un bordado floral en el cuello y el borde de la falda, diseño que también se replicaba en su sombrero: un refinado straw hat que armonizaba perfectamente con su calzado, unos kitten heels de rafia firmados por Dior.
Y no tenemos nada en contra de las mujeres que lucen su baby bump con atuendos más arriesgados —como Rihanna, que también espera a su tercer bebé y nos encanta en todas sus facetas—, pero es un hecho que este look nos pareció perfecto para un evento formal y elegante.