Lady Kitty Spencer, sobrina de la princesa Diana y una de las socialités británicas más influyentes de su generación, volvió a confirmar su estatus como musa de Dolce & Gabbana durante el desfile de Alta Moda que la firma italiana presentó en Roma.
La también influencer se mantuvo fiel a su estilo sofisticado, romántico y decididamente aristocrático. Sprencer lució tres atuendos que captaron todas las miradas.
Los looks de Kitty Spencer en su paso por Roma
La presentación de la entrega de Alta Costura no fue celebración de un sólo día. Al contrario, la firma italiana celebró con diferentes eventos a lo largo de cuatro días, en dónde los diseñadores se dieron la oportunidad de convivir con algunos de sus invitados.
Kitty apostó por un elegante vestido blanco de encaje con silueta de sirena, sin mangas y con un aire nupcial sutil pero divino. Complementó el look con unos aretes largos, un peinado pulido con raya en medio y un maquillaje natural que reforzaba su belleza clásica.
La socialité británica apostó por lucir un vestido bordado de inspiración renacentista para la pasarela: Un majestuoso vestido de tul bordado con hilos dorados, flores tridimensionales, perlas y cristales que evocaban el arte y la opulencia barroca. Un diseño muy Dolce & Gabbana.
Un tocado de rosas rojas en el cabello y unos pendientes dorados remataron el estilismo, que parecía sacado directamente de una pintura renacentista.
A la par, Kitty fue vista con un atuendo opuesto a aquel con el que primera vez se le vio en la capital italiana. Un atuendo completamente negro. Un vestido con la parte superior acorsetada y una falda de tul negra y con transparencias. A la par, llevó un peinado lleno de volumen con lo que le dio un aire aún más glamuroso a su presencia.
Kitty Spencer ha sido embajadora de Dolce & Gabbana desde hace varios años y ha participado en múltiples desfiles de la firma. Su presencia en este desfile no solo reafirmó su lugar como ícono de estilo global, sino que también recordó la influencia duradera de la estética real reinterpretada con un giro moderno y lujoso. Kitty Spencer logró robarse el show sin esfuerzo, reafirmando que, en términos de elegancia, la realeza británica sigue marcando pauta.