Con una elegancia digna de estrella de cine, Salma Hayek fue vista en las calles de París junto a su esposo, el empresario François-Henri Pinault, en camino al esperado desfile de Balenciaga bajo la dirección de Demna Gvasalia (el último de la marca bajo la dirección del diseñador).
Aunque los ojos del mundo ya estaban a la expectativa del evento, fue la actriz mexicana quien robó los reflectores y las miradas con un look que evocaba a las grandes divas del Hollywood de los años 50.
Salma Hayek: como toda una diva
Vestida completamente de negro, Salma Hayek apostó por un vestido de terciopelo de silueta ajustada, escote redondo y una abertura lateral que dejaba ver sutilmente su pierna, sexy pero sofisticada, dos características que definen el estilo de la actriz.
El diseño, aunque parece sencillo, estaba lleno de sofisticación y nostalgia, y se complementaba con un bolso tipo clutch estructurado de asa corta y un par de zapatos de tacones de plataforma que estilizaron aún más su figura.
En cuanto a su maquillaje y peinado, la actriz llevó el pelo suelto, liso y peinado con raya al centro, sus gafas de sol oscuras reforzaban la imagen de diva y su estatus como toda una mujer poderosa, segura y consciente de su influencia. A diferencia de muchas mujeres de su edad, Salma demuestra una vez más que no teme mostrar sus canas, haciendo de ellas todo un statement en su look.
El guiño al glamour retro no pasó desapercibido. Con este atuendo, Hayek no solo demostró su conexión con las casas de moda más influyentes del momento (no olvidemos que su esposo es presidente del grupo Kering al cual pertenece Balenciaga) sino también comprueba su expertise para reinventarse constantemente sin perder su esencia.
Lejos de los brillos o volúmenes exagerados, su elección fue una lección de sofisticación en la que menos es más: sobriedad, lujo silencioso y una silueta de sencilla pero de impacto.
Caminar al lado de su esposo, el exitoso empresario quien también lucía impecable en un traje oscuro, le dio un toque romántico y poderoso a su presencia. La pareja es una de las más influyentes del mundo de la moda y el lujo, y juntos proyectaron la definición de clase, perfecta para una ocasión donde los reflectores no solo apuntaban a la pasarela, sino también al front row.
Con este look, Salma Hayek reafirma su puesto como una de las figuras mejor vestidas de la temporada y comprueba que el estilo clásico, nunca pasa de moda.