Oficialmente comienza una de nuestras etapas favoritas del año. Ha llegado el verano y, con él, muchas cosas que nos encantan: los viajes, el buen clima y, por supuesto, la moda veraniega. Esta temporada es ideal para lucir frescas, cómodas y con un aire más relajado, tal como lo ha demostrado la reina Letizia en su más reciente aparición pública.
Si bien ella es una excepción a la regla —pues logra que cualquier look luzca elevado y sofisticado—, es un hecho que domina el arte de llevar prendas de corte casual al terreno de la elegancia y así lo hizo con el atuendo que eligió para su visita a la Abadía de Montserrat.
Los reyes de España viajaron a Cataluña para participar en el acto central de las celebraciones por los mil años de la fundación de este emblemático monasterio, creado por la orden del abad Oliba. Mientras que el rey Felipe VI apareció impecable, como siempre, con un sobrio traje azul de corte clásico, su esposa destacó al elegir una prenda poco habitual para un evento de esta seriedad.
El atuendo denim de la reina Letizia en la Abadía de Montserrat
La mezclilla es una de las telas favoritas en todo el mundo. Su principal característica es la versatilidad, lo que la convierte en un tejido democrático por excelencia. Además, al estar mayormente confeccionada con algodón, es cómoda, fresca e ideal para cualquier época del año.
Estas cualidades han hecho del denim una apuesta recurrente —y segura— para la reina Letizia, quien en esta ocasión eligió un sofisticado vestido de Carolina Herrera que ya había lucido antes, pero que ahora llevó con un estilismo renovado y perfecto para el verano.
Aunque la prenda pertenece a una colección de temporadas pasadas, la longitud midi de la falda y el efecto fruncido en la cintura la mantienen vigente esta temporada, en la que las siluetas femeninas y estructuradas dominan las vitrinas de las grandes firmas.
El vestido de doña Letizia tiene una parte superior sin mangas, pero nada escotada, con pespuntes inspirados en los pantalones vaqueros que le aportan ese aire de sastrería relajada. Este diseño que nos remonta a la raya diplomática se extiende desde el cuello hasta el bajo de la falda y también se replica en el cinturón, confeccionado en el mismo textil y con hebilla a juego, marcando la silueta de forma muy favorecedora.
La mejor manera de actualizar piezas de nuestro guardarropa es a través de los accesorios, y la reina lo sabe bien. Con gran maestría, sumó el calzado semiformal más viral del momento y lo utilizó como acento de color. Letizia optó por unos zapatos tipo babies, similares a los flats, pero con un pequeño tacón —de no más de cinco centímetros y de forma ancha—, ideales para eventos prolongados.
La siempre elegante esposa del rey los eligió en un vibrante tono rojo quemado, que resaltó aún más gracias a su acabado en charol. Como complemento perfecto, añadió una bolsa a juego y algunas piezas de joyería discretas, confirmando que la sobriedad y el estilo pueden ir de la mano.