La vida está llena de contrastes. Dualidades que se contraponen y se conectan al mismo tiempo, dando como resultado experiencias únicas que no podrían entenderse sin estos dos extremos. Y así como el día no sería día sin la noche, de esa misma manera las joyas de Clash de Cartier no existirían sin sus dos ejes: lo clásico y lo excéntrico.
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Lanzada en 2019 como una propuesta refrescante de la maison parisina de alta joyería, Clash de Cartier ha conquistado el mundo de la joyería con su carácter dual e inconfundible. Desde entonces, se ha convertido en una de las colecciones favoritas de celebridades como Lily Collins, Billie Eilish, Elle Fanning y muchas otras figuras del estilo contemporáneo. ¿Su esencia? Una elegancia atemporal que se fusiona con detalles audaces, modernos y provocadores.
Clash de Cartier no solo es una declaración de diseño, sino también de actitud: una colección creada para mujeres y hombres que desafían las normas, que se mueven con determinación y que no temen tomar riesgos ni destacar en su propia individualidad.
Una fusión entre dos mundos
En un universo dominado por piezas emblemáticas de tonalidades doradas y acabados cromados, donde el minimalismo ha marcado la pauta del estilo contemporáneo, crear algo arriesgado y fuera de lo convencional es, sin duda, un acto de innovación. Eso es precisamente lo que se logró con Clash de Cartier, una colección que reinterpreta lo clásico al fusionar el icónico dorado y siluetas tradicionales con elementos inesperados como picots, cuentas y clous carrés, otorgando a cada pieza una personalidad única.
Sus tonalidades versátiles —oro blanco, oro rosa y el reciente oro amarillo— aportan un destello de elegancia distintiva y sofisticada, pensada para quienes buscan exclusividad con actitud.
Los picots son el alma de esta colección: símbolos de carácter y determinación, presentes en diferentes grosores a lo largo de anillos, collares, pendientes y pulseras. Aunque su apariencia pueda parecer rígida, cada pieza incorpora una innovadora tecnología que les confiere flexibilidad y movimiento, permitiendo que se adapten con fluidez al cuerpo y al ritmo de cada día. Así, Clash de Cartier no solo redefine la joyería contemporánea, sino que la transforma en un gesto audaz, listo para cualquier ocasión.
Elegancia y lujo
Si bien el dorado sigue siendo un ícono atemporal que nunca pasa desapercibido, Clash de Cartier va un paso más allá, abrazando la dualidad que define su esencia al incorporar piedras preciosas que desafían lo tradicional. En sus más recientes incorporaciones, materiales de profunda intensidad resaltan en las piezas como las perlas de tahití, ónix y diamantes, que, juntos, aportan un contraste exquisito y enigmático a la colección.
Anillos, pendientes y pulseras se transforman en piezas imponentes gracias a la incorporación de majestuosas perlas de Tahití en tonos grises, verdes y berenjena, presentadas en tamaños XL que añaden un toque audaz y poco convencional al estilo.
El ónix, por su parte, se impone como otro protagonista clave: una piedra de profundidad casi hipnótica, que aporta misterio y sofisticación a diseños que destacan por su textura, volumen y fuerza visual. Desde anillos con delicadas cuentas interiores hasta collares que juegan con el relieve, cada detalle está cuidadosamente pensado para ofrecer una experiencia sensorial única.
Además, en coherencia con el compromiso de Cartier por la excelencia responsable, todos estos minerales provienen de minas artesanales certificadas, garantizando así la trazabilidad y sostenibilidad de cada creación.