Como amantes de la moda, el arte y la belleza, no podemos evitar analizar cada detalle que conforma un look, incluso cuando se trata de atuendos en películas. Son precisamente esos elementos los que aportan personalidad a los personajes y enriquecen el lenguaje visual de una historia.
Wes Anderson acaba de presentar su nueva película en el Festival de Cannes, titulada The Phoenician Scheme, una obra con la estética inconfundible que ha consolidado su estilo cinematográfico. La cinta narra la historia de un magnate que sobrevive a un atentado y, tras el suceso, decide dejar su fortuna en manos de su única hija para embarcarse en una nueva aventura. El elenco está conformado por grandes nombres como Scarlett Johansson, Bill Murray y el brillante Tom Hanks.
Reconocido por su atención meticulosa al detalle, Anderson volvió a demostrar su maestría en cada aspecto de la producción. Esta vez, la casa Cartier participó de forma especial, colaborando con una pieza única: un rosario diseñado exclusivamente para el filme.
Una pieza creada a la medida para la historia
Zsa Zsa Korda, interpretado por Benicio del Toro, es el excéntrico magnate que decide dejar su legado a su hija, la Hermana Liesl, interpretada por Mia Threapleton. Como corresponde a su personaje, Liesl porta un rosario que va mucho más allá de un simple accesorio religioso: fue diseñado exclusivamente por Cartier para esta producción.
Esta pieza está inspirada en una cruz original de los archivos históricos de la maison y data de 1880. Anderson solicitó a los artesanos de la firma que reinterpretaran la pieza con un enfoque cinematográfico. El resultado fue una joya completamente nueva, creada a mano para captar la esencia visual y simbólica del personaje.
El rosario destaca por su elaboración en oro blanco e incluye diamantes en cortes briolette, rosa y cuadrado, además de impactantes cabujones de rubí. Para aportar un toque distintivo de color, se incorporaron cuentas de esmeralda verde, lo que añade profundidad y carácter a la pieza.
Lo más fascinante de este diseño es que fue hecho como un elemento narrativo, una joya con identidad que se integra de forma orgánica al universo estético de Anderson. Brilla en pantalla no solo por su belleza, sino por su capacidad de contar una historia dentro de otra, reafirmando que en el cine de Wes Anderson, cada detalle importa.