La moda tiene muchas presentaciones, formatos y vías de expresión. A veces, las nuevas colecciones de moda pueden presentarse en venues de alto valor histórico, a veces en espacios verdes, a veces en hoteles de lujo y, otras veces, en fábricas donde nunca antes creíste tener la oportunidad de entrar. Esto último es lo que sucedió esta mañana con el más reciente desfile de la diseñadora Carla Fernández, quien no sólo tuvo la oportunidad de dar cierre a la Semana de la Moda en México, sino que lo hizo con diseños llenos de nostalgia y sabor a México.
Carla Fernández presentó de una manera única su colección Diva en Volvo Fashion Week
Los muros industriales de una planta cervecera fueron la nueva musa con la que Carla Fernández daría vida a su más reciente colección en el marco de Volvo Fashion Week México. Titulada “Diva”, esta entrega busca representar las tres épocas favoritas de la diseñadora. La música, se fusiona con la moda y con el simbolismo mexicano para crear diseños llenos de color, con siluetas inspiradas en las raíces mexicanas y materiales que nos transportan a una estética western tropicalizada.
El venue elegido por la mente creativa fue la planta cervecera de Corona en el corazón de Polanco; un espacio que representa a una de las industrias mexicanas con mayor influencia a nivel global. La fusión entre la industria cervecera, la moda y la música, se unió como nunca en este desfile lleno de sorpresas.
La pasarela, por donde los modelos caminaron, y que minutos antes era el cuarto frío para almacenar cerveza, se transformó en una plataforma perfecta para dar paso al arte y a la creatividad. Todo comenzó y terminó con la música pues el reconocido DJ, Camilo Lara del Instituto Mexicano del Sonido impregnó la velada con mezclas llenas de energía y vitalidad. La cumbia, sonido clásico de la música mexicana, fue el primer género elegido por el productor para que los primeros diseños pudieran ser admirados.
La pasarela podría dividirse en las mismas tres etapas que la diseñadora buscaba reflejar. La primera se caracterizó por diseños y colores eléctricos con referencias claras a David Bowie. Capas, vestidos metálicos, pantalones de talla alta y vestidos cut-out fueron solo algunos de los elementos más destacados. Poco a poco la música avanzó hasta llegar a un género más cercano al electro-house. Aquí, la música contrastó con las prendas, las cuales mostraron ese toque mexicano que tanto caracteriza a la diseñadora.
Bolsas con referencias directas a la lucha libre, flecos y detalles bordados que adornan vestidos midi y conjuntos de dos piezas. El majestuoso cierre se dio con nada más y nada menos que Juan Gabriel, quien al ritmo de “Querida” dio la bienvenida a una serie de diseños que mostraban la faceta más western de Fernández con grandes sombreros de vaquero, conjuntos inspirados en una charrería minimalista y trajes estilo mariachi reinterpretados en colores metalizados.
Diseños tanto femeninos como masculinos fueron deleitando a los asistentes mientras la música evolucionaba hacia “El Noa Noa”. ¿El cierre más esperado? Un inesperado y divertido diseño nupcial ideal para una novia contemporánea con necesidades todoterreno. Una serie de bolsillos con cervezas en su interior contrastaban con un velo cubierto de incrustaciones metálicas en forma de ojos. Sin duda alguna, una propuesta surrealista y sorpresiva para cerrar un desfile lleno de diversidad. Finalmente, el cierre se dio con “He Venido a Pedirte Perdón” del maestro Juan Gabriel.