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¿Alguien showstopping? Rihanna. Desde que se dio a conocer con su primer disco titulado Music of the Sun, en el 2005, ascendió al estrellato con la fuerza de un huracán- ¡y ya no hubo poder sobre la tierra que la detuviera! Pero, además de su innegable talento para la interpretación, RiRi (que cuenta con más de 144 millones de seguidores en Instagram... ¡wow!) se ha convertido en un ícono de moda. A pesar de haber iniciado su carrera a los 16 años, con elecciones fashionistas un tanto tímidas y conservadoras, con el paso del tiempo estas se convirtieron en apuestas cada vez más arriesgadas que le han valido su estatus actual de fashion icon.
Colores llamativos, volúmenes exagerados, ricas texturas y una amplísima variedad de estéticas firmadas por los diseñadores más top han adornado su presencia no sólo en los escenarios y en sus atuendos cotidianos, sino también sobre las alfombras rojas más importantes y codiciadas que existen en la actualidad (como la Met Gala, de la que es asidua), donde ha conseguido una excelente excusa para permitirse proyectar su personalidad a través de outfits más arriesgados y glamorosos. ¿El más reciente? El inolvidable estilismo monocromático con el que arrasó en el half time show del Super Bowl LVII. Para su primera actuación en casi siete años, naturalmente, Rihanna tenía que impresionar. Y lo logró. Para ello, se enfundó de pies a cabeza, en un único tono escarlata, hizo un statement monocromático con un mono de Alaïa, creado por el belga Pieter Mulier, y un llamativo peto personalizado de Loewe, del director creativo de la marca, el diseñador británico Jonathan Anderson. A continuación, recordamos nuestros estilismos favoritos de la originaria de Barbados.
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