Como asistente de Jacqueline Kennedy Onassis durante 13 años, Kathy McKeon conoció a la ex primera dama de una manera íntima y a un nivel muy personal. Pues además de ser su asistente también dedicaba tiempo como niñera de sus dos hijos; Caroline y John.

En su libro Jackie Girl, McKeon revela que otra de sus tareas era preparar y tomar los cuidados necesarios del guardarropa de Jackie, mismo que cuenta estaba lleno con prendas y zapatos de lujosas departamentales como Saks Fifth Avenue y Bergdorf Goodman.

“El clóset de la habitación estaba lleno con prendas del diario de “Madam” (Jackie), todas estaban ordenadas de acuerdo al color”, escribió en su libro. “Nunca había visto una selección de zapatos ¡tan sorprendente!  Botas al estilo londinense, zapatos en cada color y tenis impecables que utilizaba para ir a correr en las mañanas a la reserva en Central Park”.

Pero sus zapatos guardaban un secreto detrás poco conocido sobre la mujer considerada como la encarnación de la perfección sin esfuerzo. 

“Fue muy intrigante para mi el tacón de un cuarto de pulgada colocado en un talón de cada par de zapatos, aparentemente éste era para compensar la altura de una pierna que era ligeramente más corta que la otra. Nadie lo hubiera imaginado”, dijo McKeon.

Kathy comenzó a trabajar con Jackie cuando tenía 19 años y recién había emigrado de Irlanda, la asistente creció con la familia durante los 13 años que trabajó con ellos. La relación era tan fuerte que Incluso después de casarse, los Kennedy la visitaban en su residencia en Massachusetts cada verano.

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