Después de una larga espera, Frankenstein de Guillermo del Toro se estrenó en Netflix; logrando 29.1 millones de vistas en su primer semana. Esta cinta, no solo cuenta con un elenco de primer nivel con actores como Jacob Elordi, Oscar Isaac y Mia Goth, sino que también ha logrado unir a más de una industria en un mismo largometraje.
Mucho se ha hablado ya del papel que el vestuario tuvo durante la cinta. Los actores tuvieron la oportunidad de llevar piezas de archivo de Tiffany & Co pero también deslumbraron con un diseño de vestuario de primer nivel liderado por Kate Hawley. El maquillaje también fue clave para lograr el éxito de la película al lograr transformar a Jacob Elordi en la criatura con casi 11 horas de preparación cada día para lograrlo.
Sin embargo, hay otro detalle poco visto con facilidad pero que fue el vehículo por el que Guillermo logró crear una cinta con tanta belleza estética. Y es que el director parece haberse inspirado en más de una obra de arte para ciertas escenas de la cinta; confirmando que el arte plástico y el cine son más cercanos de lo que creemos.
Estas fueron las obras que inspiraron la creación de Frankenstein
“La Creación de Adán”
Este es uno de los cuadros más famosos de la historia, pintado por Miguel Ángel y que actualmente ocupa parte de la bóveda de la Capilla Sixtina. Fue creado en 1511 y buscaba representar el momento en el que Dios dio vida al hombre; por eso puede verse a Dios –representado como un hombre con barba– tocando el dedo de Adán para darle vida. En la cinta, hay una interacción entre el personaje de Elizabeth (Mia Goth) y la criatura (Jacob Elordi) donde ambos se unen como una forma de descubrirse.
“Hamlet y el cráneo de Yorick”
Posiblemente, una de las escenas más reinterpretadas del mundo de la literatura y arte en general, es la de Hamlet tomando un cráneo mientras lo contempla. Muchos artistas han tomado esta escena –que representa a Hamlet encarando a la muerte– como una fuente de inspiración para realizar pinturas e ilustraciones. Del Toro parece sentirse atraído también por esta imagen pues integra una escena de la criatura tomando un cráneo –producto de una guerra–.
“La incredulidad de Santo Tomás”
Fue Caravaggio quien durante el Barroco dio vida a una de las piezas de arte más emblemáticas de su carrera. En este cuadro, rodeado de tinieblas, sombras y un realismo impresionante, nos encontramos con la figura de Santo Tomás introduciendo sus dedos en la herida del costado de Jesús para comprobar la realidad de su presencia. En Frankenstein, Guillermo replica esa misma escena cuando Elizabeth toca una herida de la criatura; como una manera de mostrarse incrédula ante su existencia.
“Las Meninas”
Posiblemente se trate de uno de los cuadros más polémicos y misteriosos de la obra de Diego Velázquez. Muchas interpretaciones se han hecho en torno a esta obra que incluye a grandes personajes reales como a Felipe IV, Mariana de Austria, la infanta Margarita Teresa de Austria, María Agustina Sarmiento, doña Isabel de Velasco y otros. En una de las primeras escenas de la cinta, podemos ver a Oscar Isaac volteando a ver a su hermano William; haciendo el mismo efecto de espejo que la famosa obra.
“Vanitas”
Simon Renard de Saint Andre fue uno de los más grandes exponentes del género Vanitas del siglo XVII que hacía referencia a la fugacidad de la vida y su convivencia con la muerte. Por lo general estas piezas siempre tenían pedazos de esqueletos o flores marchitas. También al inicio de la cinta, podemos ver una mesa acomodada casi igual que una de estas pinturas de Simon Renard.
“Medusa”
Otra de las grandes obras de Caravaggio fue Medusa. Esta obra creada en óleo nos muestra a la mítica Medusa en el momento en que es decapitada por parte de Perseo. Caravaggio decidió primero pintar el óleo y después pegarlo sobre un escudo para recrear esta pieza mitológica que presuntamente logró terminar con la destrucción de la mujer. En Frankenstein podemos ver esta misma imagen esculpida sobre piedra en una de las partes de la torre donde la criatura es creada.
















