El bienestar y el entrenamiento físico se han convertido en sinónimos cuando hablamos de la belleza y un estado integral de salud. Hoy más que nunca el enfoque se ha trasladado a aquellas actividades que no sólo mantienen el cuerpo en movimiento pero también la mente en un buen estado. Es aquí donde las disciplinas de bajo impacto como el yoga, los pilates, el estiramiento o el barré se han convertido en la sensación entre las it-girls del bienestar.
Ya sea por los rápidos resultados que estos ejercicios ofrecen para tonificar y disminuir el estrés o por la estética detrás de ellos -pilates era, barre girl son sólo algunas de las más populares- el bajo impacto parece haber llegado para quedarse.
Sin embargo, en los últimos meses se ha viralizado una nueva modalidad para estos ejercicios que suma un elemento poco convencional a la fórmula: altas temperaturas. Sí, el hot pilates, hot barre o el bikram (yoga en temperaturas extremas), son una realidad que está convirtiéndose en la nueva apuesta del wellness y el mundo fitness. Pero, ¿realmente son tan beneficiosas como prometen?
Todo lo que tienes que saber sobre el entrenamiento en calor
Los ejercicios de bajo impacto mezclan la fuerza y el estiramiento para crear rutinas focalizadas y que no estresen de más a los músculos. Pero, cuando se le suma el factor calor todo cambia. De acuerdo con Catuxa Casal, dueña del estudio de pilates Origen Studio en la Ciudad de México, el calor se imparte por medio de “planchas que se colocan en el techo y emiten calor infrarrojo con una temperatura que oscila entre los 32 y los 38 grados”. A diferencia de un sistema de calefacción, el calor infrarrojo logra calentar el cuerpo de manera directa aumentando la circulación sanguínea y estimulando la oxigenación.
Tal como sucede cuando nos encontramos dentro de un sauna o un cuarto de vapor, el cuerpo es capaz de desintoxicarse y liberar toxinas dañinas conforme se va estimulando una sudoración acelerada. Por eso es que muchas personas están probando este tipo de ejercicios para lograr lo mejor de dos mundos: un cuerpo tonificado y una depuración total. “Entre los beneficios que podría destacar de estos entrenamientos es la mejora en la piel ya que ayuda a la producción de colágeno. También reduce la apariencia de celulitis por el incremento en el riego sanguíneo. Además, ayuda a la reparación de las fibras musculares, quema calorías y reduce el riesgo de lesiones durante el entrenamiento”, nos comparte Casal.
La pregunta que puede surgir con este apogeo en los entrenamientos de calor es para quiénes está dirigido. Y es que si bien, los entrenamientos de bajo impacto se recomiendan para casi cualquier tipo de personas, el factor extra de calor puede significar un mayor desgaste durante el tiempo del ejercicio. Es por eso que no se recomienda para mujeres embarazadas, personas con presión arterial alta, epilepsia o riesgo de convulsiones o con problemas de deshidratación. Tal como sucede con las terapias con hielo, ejercitarse en calor también puede ayudar a fortalecer la mente al reducir el estrés, mejorar la concentración y hacernos mucho más disciplinados en todo momento.
Sin embargo, siempre es bueno prepararse correctamente antes de probar una clase como éstas para sacar el mayor provecho posible de las clases. “Mi recomendación es que lleguen con la ropa adecuada, cómoda y ligera, con un ayuno previo mínimo de dos horas, con una buena hidratación previa a la clase y buena higiene".