En una ciudad que nunca duerme, siempre hay opciones para salir, pero pocos lugares logran combinar misterio, sofisticación y entretenimiento como Caroline's 400. Este nuevo speakeasy, ubicado en el corazón de la Ciudad de México, no solo detiene el tiempo: lo convierte en una experiencia inolvidable.
Nuestro ingreso ya anticipaba lo exclusivo de la experiencia. Se accede a través del hotel St. Regis, uno de los más lujosos de la capital, ubicado sobre Paseo de la Reforma. Aunque el hotel cuenta con una amplia oferta de bares y restaurantes, Caroline's 400 se esconde en un rincón casi secreto, más allá de una tienda de souvenirs, como si solo los verdaderos elegidos conocieran el camino hacia esta experiencia de lujo.
Inspirado en el exclusivo grupo conocido como “The Four Hundred” —creado por Caroline Schermerhorn Astor, la socialité que dictaba quién pertenecía a la élite neoyorquina durante la Edad Dorada—, este espacio rinde homenaje a ese mundo de elegancia, poder y excesos. El nombre no es casualidad: Caroline’s 400 evoca directamente a los selectos invitados de aquellas legendarias fiestas, donde el glamour y el desenfreno eran lo habitual.
Hoy, ese espíritu se reinterpreta con un sello muy mexicano que pudimos disfrutar en su semana de inauguración. Cada jueves, viernes y sábado por la noche, las puertas del club se abren para dar paso a una velada única, que arranca con un espectáculo de primer nivel. A partir de las 10:30 p.m., un grupo de cantantes, bailarines y músicos en vivo ofrece un show vibrante y lleno de sofisticación, con una puesta en escena elegante, teatral y envolvente.
Aunque el performance está pensado para todo tipo de público, vale la pena advertir que el repertorio musical —que incluye clásicos de Luis Miguel, éxitos de grandes musicales y hasta intervenciones holográficas— requiere buen oído y disposición para cantar, bailar y disfrutar al máximo.
Pero la noche no termina ahí. Cuando las luces del escenario se apagan, el lugar se transforma: las mesas desaparecen, las luces bajan y el espacio se convierte en un elegante club nocturno. Ya sin un espectáculo que acapare la atención, el ambiente se vuelve aún más festivo; en cada rincón la gente baila y la música —ahora a cargo de DJs— sigue fluyendo con sonidos contemporáneos y mantiene la energía al máximo hasta altas horas de la madrugada.
Entre cócteles, vinos premium, champaña y platillos gourmet, Caroline's 400 se consolida como una de las propuestas nocturnas más interesantes y exclusivas de la Ciudad de México. Más que un bar o un espectáculo, es un viaje a otra época que merece la pena vivir.