Durante más de dos décadas, Adriana Medina-Baez ha impregnado el mundo de la perfumería con su talento, creando aromas tan únicos y audaces como ella. La colombiana es sin duda un orgullo latino en aquella industria, pues actualmente se desempeña como Vicepresidenta Perfumista en Givaudan, una de las empresas de fragancias líderes a nivel mundial, la cual tiene sede en Suiza.
Adriana inició sus estudios profesionales cursando una licenciatura en Biología en la Universidad Estatal de Montclair, en Nueva Jersey. Tras obtener su maestría en Ciencias Cosméticas en la Universidad Fairleigh Dickinson, asistió a la Escuela de Perfumería de Givaudan en el año 2000, lo que marcó su incursión en aquel fascinante mundo.
“Combino mi amor por la ciencia con mi gran amor por la naturaleza; mi país natal Colombia es una tierra rica en esplendor natural, siempre es una fuente de inspiración para mí”.
Inició como técnica de laboratorio y asistente de perfumista, trabajos que le brindaron un valioso aprendizaje que combina el rigor científico con el instinto creativo. Su ascenso fue rápido: se convirtió en Perfumista Junior tras graduarse y obtuvo el título completo de Perfumista en 2004, asumiendo proyectos para marcas como Christian Audigier y Anthropologie.
Su innegable talento la llevó a convertirse en Perfumista Senior en 2011, culminando en su actual puesto ejecutivo como Vicepresidenta Perfumista en la sede de Givaudan en Nueva Jersey. Su trayectoria refleja su experiencia en el arte olfativo a la par de su liderazgo como alta ejecutiva en su ramo.
Al cerrar el 2024, Adriana reflexionó sobre este camino, el cual ha alternado con su papel en la maternidad. “Este año celebré 30 años en esta fascinante industria y 24 años como perfumista. 20 años en Fragancias Finas (al igual que mi hijo Diego). Era un bebé cuando decidí mudarme a Nueva York para un cambio de carrera. Al principio fue una locura, pero valió muchísimo la pena. Ha sido mi gran apoyo al compaginar ser madre trabajadora y hacerlo todo. Un agradecimiento especial y enorme a Givaudan por permitirme trabajar en un campo que adoro”.
“Recuerda vivir con propósito, amar tu vida, despertar cada día con un corazón agradecido y amar a las personas que te rodean. ¡Especialmente a aquellos que aman tu luz y brillan con fuerza”.
En el largo y exitoso ‘repertorio’ de fragancias de Adriana figuran Victoria's Secret Bombshell (2010), Lancôme Idôle (2019) y Flankers (L'Intense, Aura), además de colaboraciones con Bath & Body Works, incluida una colección premiada en 2018. También ha trabajado en la creación de fragancias para íconos pop como Katy Perry (Meow) y Gwen Stefani (Harajuku Lovers Wicked Style – Music), demostrando su versatilidad en todos los niveles del mercado y, sobre todo, su capacidad de conectar profundamente con los consumidores.
Sin embargo, el impacto de Medina-Baez no se limita a sus exquisitas creaciones, pues como vicepresidenta de Givaudan desempeña un papel estratégico en la dirección de la perfumería en los Estados Unidos. Dueña de una vasta experiencia en la perfumería, como ciencia, arte e industria, Adriana suele compartir perspectivas en foros como la CEW Beauty Insider Series.
Adriana Medina-Baez ha demostrado a través de los años que sus creaciones icónicas y con carácter que van mucho más allá de las tendencias pasajeras que suelen influenciar al mundo de la perfumería. Además, su trabajo se ha convertido en un ejemplo del equilibrio perfecto entre la maestría técnica y la creatividad.