Kouka Denis escribió con letra de oro su nombre en la historia de la moda antes de su lamentable deceso en febrero de 2020. La modelo argentina, cuya gracia y belleza fue comparada con la de Audrey Hepburn, fue la musa de algunos de los diseñadores más célebres de la historia, entre ellos Yves Saint Laurent y Hubert de Givenchy, y arrasó en las más importantes pasarelas.
María Haydeé Gaspar de Acuña, su verdadero nombre, creció en el barrio de Flores, en Buenos Aires siendo la menor de ocho hermanas. Manuel y Adoración, sus padres eran inmigrantes europeos (él portugués y ella española), quienes decidieron echar raíces en la capital argentina tras quedar cautivados por ella en su luna de miel. El nombre por el que fue mundialmente conocida tiene una curiosa historia detrás: el canto de un pájaro exótico de la provincia de Chaco: Kou-Ka Kou-Ka.
“Mi madre venía de una buena familia de Salamanca y tenía mucho estilo. Siempre quise parecerme a ella”.
Como si se tratara de una premonición, desde pequeña a Kouka le encantaba jugar a ser modelo desfilando en su casa con algunos diseños improvisados con sábanas y manteles, ante la mirada extrañada de sus hermanas. Siempre fue distinta a ellas, y no solo por ser la única morocha entre rubias, sino por su personalidad. “Es que mi mamá venía de una buena familia de Salamanca y era muy coqueta. A mí me encantaba parecerme a ella”, contaba en 2018 a La Nación.
El destino la alcanzó cuando tenía apenas 15 años. Kouka participó en un concurso organizado por el periódico francés Le Quotidien para viajar a París por diez días. Apoyada por el diseñador Jacques Dorian, amigo íntimo de la familia, resultó ganadora entre unas 300 chicas. Fue así que, por primera vez salió del país y lo hizo en un barco de vapor. Lo que no sabía al momento de zarpar es que no regresaría a Argentina más que para visitar a su familia, pues los éxitos vinieron uno tras otro.
Tras su llegada a la capital francesa y después de asistir a un evento que reunía a la élite de la moda, Kouka fue contratada por seis meses para ser modelo de Hubert de Givenchy, quien la encontró muy similar a Audrey Hepburn, para quien preparaba una colección. Además de la gracias de sus movimientos y su elegancia natural, tenía unos grandes ojos y una larga y oscura melena que más tarde luciría con un icónico corte bob. No fue fácil convencer a su madre de extender su estadía, pero finalmente lo logró.
“Sigo siendo una mujer elegante dentro de lo que puedo… Soy consciente de que desde los 15 años viví en un mundo dominado por la estética, el lujo, la perfección y eso me hizo crecer de una manera particular”.
Cuando Christian Dior falleció en 1957, Yves Saint Laurent se quedó en su lugar al frente de la maison y al año siguiente presentó su primera colección con Kouka como musa y modelo principal. “Me vio en fotografías de Vogue y le pidió por mí a Givenchy, que no me quería prestar. Pero Saint Laurent insistió y me fui con él”, relató la modelo, según cita Infobae. Más tarde trabajaría con Thierry Mugler, aunque fue Dior la firma de la que se volvió imagen emblemática
Además de su belleza y porte, Kouka fue conocida por su temple. Uno de los capítulos más recordados de su vida fue el famoso ‘no’ que le dio a Jackie Kennedy. “Yo tenía un Yorkshire llamado Monita, que era mannequin también. En Dior le hacían mi misma ropa y desfilaba conmigo. A Jackie le mandaban todo y pidió un tapado de ocelote que yo había presentado con Monita, que tenía uno igual. Ella exigió el ensamble: quería mi tapado, el de Monita y a la perrita. Me negué mil veces. La señora Kennedy respondió que no le importaba el precio, que había un cheque en blanco. Al final dije: Antes que se lleve a Monita, yo me voy de Dior’”. Y Jackie no fue la única personalidad con la que se cruzaría, pues también coincidió con figuras como Pablo Picasso, Winston Churchill, Charles de Gaulle, Aga Khan, Rita Hayworth, entre otros.