El 26 de agosto de 1937, en el Pueblo Perico, en Matanzas, Cuba, nació una de las voces más distinguidas del bolero. Blanca Rosa Gil, era la menor de 10 hermanos y junto a su familia se mudó a temprana edad a La Habana, en donde el gusto por la música crecería gracias a la herencia artística por parte de sus padres: él era tenor y ella mezzosoprano. No era de extrañarse que los niños Gil heredaran la vena artística de sus padres, por lo que su hermano Pedro era parte de la Orquesta Casino Deportivo en su ciudad natal. Con sólo cinco años, Blanca daba sus primeros pasos frente al micrófono en actividades escolares, de la mano de sus hermanas Rita y Mercedes, pero la voz de Blanca sería la que conquistaría al público.
A los 17 años, Blanca se mudó a Caracas, Venezuela, en donde tenía familiares, entre ellos su prima Katy. Fue en la fiesta de cumpleaños de Katy, a la que había invitado a personalidades del medio, donde el productor Aristides Borrego quedó cautivado con su voz al escucharla cantar en la cocina mientras ayudaba a preparar algunos bocadillos. Tras una breve audición en la que cantó Reloj, de Roberto Cantoral, le ofrecieron un contrato para el programa infantil Humo y Fantasía, en done el público empezaba a distinguirla por su canto.
"Recuerdo todo de mi tierra. Pasé un tiempo precioso allí".
En 1957, Blanca Rosa empezó a presentarse de forma regular en el Plaza Cabaret, en donde el productor cubano Gaspar Pumarejo quedó impactado al escucharla. Al saber que también era cubana, le ofreció llevarla de vuelta a su país para que su público la conociera. Es así como regresa a casa en 1957 lista para firmar un contrato con Pumarejo, el cual la llevó a cantar en radio y televisión, presentada como "La Muñequita que Canta", un lindo sobrenombre que obtuvo por su corta edad y su estatura petit. Pronto empezaba a cantar en diversos lugares, incluido el Alí Bar.
Con su creciente fama, Blanca entró al estudio para grabar el sencillo Romance Azul, que incluía Qué Sé Yo como lado b. Después grabó Ya No Estás con No Me Vendo en la segunda cara del disco. Fue su sencillo, Sombras, el que la catapultó a la fama nacional. La situación revolucionaria en Cuba la hizo salir de la isla hacia México, a donde llevó las copias maestras de su segundo álbum. En 1962 lanzó Aquel Rosario Blanco y más tarde estrenaría su disco Bajo las Luces de México. En ese país tuvo la oportunidad de debutar como actriz, pero a Blanca no le llamaba la atención aparecer frente a las cámaras de esa forma.
Tras dos años en México, se mudó a Miami en donde grabó La Triunfadora de Cuba, además de un par de recopilatorios. En medio del éxito, Blanca Rosa se casó con Francisco García, con quien tuvo una hija a quien bautizó como ella. Su fama crecía y las grabaciones continuaban conquistando el oído del público. Incluso creó su propio sello discográfico, Benson, con el que siguió lanzando música.
"Canto desde que tengo cinco años. ¡Era el entretenimiento de la familia, de verdad!".
En 1979 se retiró de la música luego de lanzar su álbum homónimo. Blanca Rosa se dedicaría a su fe religiosa, asegurando que cantaría sólo para Dios. Sólo su gran corazón en pro de ayudar a recaudar fondos para su amiga, Blanquita Amaro, la llevaron a poner pausa en su retiro, y casi dos décadas después de no presentarse en público, regresó al escenario para presentarse en Miami y Puerto Rico. En 2009 lanzó su último álbum, Ayer y Hoy.
Actualmente, Blanca Rosa Gil es considerada una verdadera diva de la canción, cuyos temas permanecen entre los recuerdos de su público. La cantante, de hoy 88 años, radica en Puerto Rico desde hace ya más de cuatro décadas.