La multidisciplinaria artista cubana María Magdalena Campos-Pons ha encontrado en su historia personal y familiar el mejor recurso para dar testimonio de la supervivencia de una cultura, una religión y un pueblo marcados por la esclavitud y el colonialismo. Su arte no conoce límites, pues lo mismo recurre a pinturas, esculturas y fotografías que a performances e instalaciones inmersivas para compartir su visión.
Nacida en 1959, María Magdalena se graduó en la Escuela Nacional de Arte de La Habana en 1980, y continuó sus estudios en el Instituto Superior de Arte de La Habana. En 1988 asistió al programa MFA en el Massachusetts College of Art y más tarde obtuvo la beca Bunting en Artes Visuales en la Universidad de Harvard en 1993-1994.
“Exploro temas transculturales y transgeneracionales, centrándome especialmente en la raza y el género, los cuales se expresan a través de símbolos relacionados con el matriarcado y la maternidad. Estas temáticas surgen de mi conexión profunda con mi historia familiar y cultural”.
Creció en La Vega, una comunidad cercana a Matanzas, la cual albergó un numeroso grupo de descendientes de africanos esclavizados. La propia bisabuela de María Magdalena fue una esclava nigeriana, por lo que conoce muy bien los desafíos a los que su pueblo se enfrentó para lograr mantener vivas sus creencias y tradiciones espirituales. Es precisamente el simbolismo de la Santería de origen yoruba, uno de los principales recursos con los que aborda los retos pasados y presentes de la cultura de la que es heredera. Nieta de una sacerdotisa e hija de un padre que practicaba la herbolaria, Campos-Pons, ha enfocado su obra en conexión sagrada entre el espíritu y el cuerpo, un aspecto fundamental en la santería.
Sin embargo, la obra de María Magdalena no solo está marcada la esclavitud y el colonialismo, sino también por otro aspecto mucho más personal: su propio exilio. Y es que, debido al endurecimiento clima político en Cuba, la artista se trasladó a Estados Unidos en 1991, y pasaron muchos años antes de que lograra volver a la isla. De este modo, la artista no solo rinde homenaje el trabajo forzado de sus ancestros, sino también al sacrificio detrás de la migración.
“Ella forja conexiones entre sus propias experiencias como mujer cubana y los problemas globales de desplazamiento y desigualdad”.
Campos-Pons fue reconocida con la beca de la Fundación MacArthur en 2023 y, en diciembre de 2024, recibió el Premio a la Trayectoria de ARTnews. También en 2023, el Brooklyn Museum, en Nueva York, presentó una exposición que abarcó casi cuatro décadas de su trayectoria e incluyó una serie de obras multimedia que se exhibieron por primera vez en los Estados Unidos.
Este 2025, el Museo J. Paul Getty presentó la exposición María Magdalena Campos-Pons: Behold, en colaboración con el Brooklyn Museum. Esta muestra explora las historias de la esclavitud en todo el mundo, el trabajo forzado, la migración y la maternidad a través de la narrativa personal y familiar de la artista cubana.
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