Fátima Bosch hoy porta con orgullo el título y la corona de Miss Universe 2025, un logro con el que soñaba desde muy pequeña, aunque no estaba tan consciente de ello. A raíz de su triunfo ha vuelto a llamar la atención un tierno video de cuando sólo tenía seis años, en el que parecía predecir su futuro en las pasarelas al mismo tiempo que dedicaba su tiempo al trabajo social.
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En una entrevista que le realizaron hace casi dos décadas junto a su hermano, Bernardo Bosch, la representante de México cautivó con su ternura a la reportera de Televisión Tabasqueña, quien le preguntó si quería ser embajadora igual que sus tías. Ella asintió. Cuando la cuestionaron si ya sabía cómo iba a hacer, ella aseguró: "Voy a ayudar a toda la gente y voy a decir adiós", para luego levantar la manita como suelen saludar las reinas de belleza. Una predicción propia que hoy ha hecho realidad.
Pero ese deseo de siempre estar al servicio de la gente continuó en su mente a lo largo de los años. "A mí siempre me ha gustado ayudar, desde los 14 años he estado en filantropía, obras y caridad; pero me daba cuenta que yo de chiquita ya como que lo traía inconscientemente y me mueve mucho el corazón que saquen estos videos, porque siempre he tratado de mostrarme real, como soy, sin máscaras. Y valoro mucho a la gente que se da el tiempo de apreciar eso y de conocerme", nos reveló.
Las señales que recibió para seguir el camino hacia Miss Universe
Durante las competencias nacionales que Fátima ganó para obtener el derecho de participar en Miss Universe, resalta una frase que se ha hecho viral: "Porque los sueños se convierten en realidad y porque Dios así lo quiso"; pero más que sólo palabras, reflejan las señales que recibió para ser reina de belleza.
Desde niña Fátima miraba las finales de Miss Universe con su mamá, quien incluso llegaba a dibujar bocetos de las participantes con el vestido noche. Cuando aún se encontraba estudiando la licenciatura en Diseño de Indumentaria y Moda; le llegó la oportunidad de representar a su natal Tabasco en la competencia nacional, pero ella la rechazó. Por un tiempo le insistieron que aceptara, y fue hasta principios de año cuando la idea empezó a adentrarse en mente y sembrar la duda.
"Todos los días pensaba en por qué yo sin buscarlo, sin forzarla, Dios me seguía mandando esto. Yo soy mucho de señales y eso me empezó a generar muchas dudas. Una noche estaba haciendo un diseño en mi iPad, y me sale en recuerdos una foto mía de bebé. Me meto a vera e inmediatamente pensé que a Fati bebé le hubiera encantado participar en Miss Universe, pero no creo que Dios quiera que participe porque no sé cómo utilizaría mis donde ahí".
Para su sorpresa, viendo esa foto y con la pregunta en la mente, llegó una notificación de un podcast religioso que suele escuchar, en el que el título era diferente a lo que conocía, pues esta vez la señal era directa: "Dios quiere, ¿yo quiero?". Fátima tomó las señales y poco a poco las cosas se fueron acomodando para que siguiera por el camino a la corona, primero con el apoyo de sus padres y su hermano, y luego con una ardua preparación para caminar por la pasarela, un gran esfuerzo que ha dado frutos y que hoy la sitúa como parte de la historia de Miss Universe, pues es la cuarta reina de México.