Todo el mundo está atento y ala espera de la gran final de Miss Universe 2025, una emocionante ceremonia en la que por fin podremos conocer a la ganadora de este año. A más de dos semanas de haber iniciado la concentración, las más de 120 candidatas se lucirán por última vez en el escenario del Impact Arena en Pak Kret en Tailandia, en donde la actual reina, Victoria Kjær Theilvig, coronará a su sucesora con la misma joya con la que ella fue nombrada el año pasado.
'Lumière de l'Infini', la corona de una nueva era
Fue en 2024, durante la 73a edición de Miss Universe que tuvo como país anfitrión a México, cuando Raúl Rocha y Anne Jakrajutatip presentaron al mundo entero la corona Lumière de l'Infini (Luz del infinito).
Esta exquisita pieza que resalta por su color dorado fue hecha a mano por maestros artesanos filipinos, utilizando las técnicas tradicionales practicadas en Place Vendôme, el centro de la elegancia en Francia. El color está inspirado en la rara perla dorada del Mar del Sur, la Gema Nacional de Filipinas, y la pieza cuenta con 23 de ellas, aportando un toque femenino, único y elegante.
Los rayos adornados con diamantes simbolizan el reflejo de la luz y el fuego del sol. Y con piezas de oro puro y engastado de diamantes, evocan la espuma del mar al llegar a la orilla y la brisa que acaricia las olas. "Las perlas doradas de los Mares del Sur simbolizan la esfera terrestre, irradiando belleza desde el océano, nuestra fuente de vida, hasta los susurros y promesas del universo y su infinito más allá", asegura la casa joyera.
Si bien no existe un precio oficial de la corona Lumière de l'Infini, expertos en joyas aseguran que su valor estaría estimado en más de cinco millones de dólares, esto no sólo por los materiales únicos seleccionados cuidadosamente para su elaboración, pues además de la fabricación a mano, es una pieza de colección con valor histórico por ser usada por las reinas del certamen más prestigioso del mundo.
¿Qué corona se quedará Victoria Kjær Theilvig tras su reinado?
El título de Miss Universe es permanente y las reinas lo conservan con el año de su coronación para identificarse en la historia del certamen; en cambio, la corona no les pertenece, pues sólo pueden portarla como reinas durante un año. Sin embargo, la organización les obsequia una réplica que podría estar valuada entre 15 y 20 mil dólares, la cual pueden conservar como recuerdo de un maravilloso año en el que su sueño se hizo realidad.









