Marianna Burelli nos habla de la amistad con Aislinn Derbez que llevó de la vida real a la pantalla

La verdad es que fue un proyecto muy generoso. Hay proyectos así, que te regalan toneladas y parecen un regalo más que cualquier otra cosa. Vivía en Los Ángeles, así que lo más desafiante fue tener que mudarnos de regreso a México en la mitad del tiempo planeado con toda mi familia. Lo más disfrutable fue reencontrarme con mi amiga y socia en el set, 12 años después, y explorar esa otra faceta de actrices juntas.

Una delicia. Ais es una de las personas con la que más comparto distintas áreas de mi vida. Además de ser mejores amigas, somos creadoras y socias únicas de AMAI, compartimos maternidad con hijas contemporáneas y haber llevado toda esta cercanía al set fue un deleite.

Nos conocimos filmando una película en Sonora en el 2011, pero ahí estábamos en lugares muy distintos de nuestra vida. Fue en el 2018, cuando nos reencontramos en Los Ángeles, con vidas muy distintas a las que teníamos 7 años atrás. Ese reencuentro, que para ninguna sostenía expectativa alguna, se convirtió en el inicio inevitable de una amistad que alcanzó niveles muy profundos muy rápido. Vivimos momentos cruciales como embarazos, postpartos, divorcio, mudanzas, etc., en un lapso relativamente corto de tiempo lo cual creó lazos muy sólidos entre nosotras.

Es de las pocas amigas que han probado mi leche materna.

Ha sido una oportunidad para conocernos más. Ambas disfrutamos el set como pocas cosas. Ha sido bonito atestiguar a nuestras actrices, creando otras mujeres. Nos clavamos horas pensando en la vida de estas dos amigas y como son muy distintas a quienes somos nosotras y la dinámica que hemos construido a través de los años.

Honestamente a veces no lo logro y creo que eso también es parte del equilibrio: saber perderlo. El truco está en volverlo a intentar, redistribuir energías, aprender a delegar (lo cual a mí me cuesta mucho a veces) y saber que por más que exista la necesidad de controlar el proceso para así poder predecir el resultado, la belleza está en disfrutar el camino sabiendo que el misterio de lo desconocido es el lugar en donde están los regalos más valiosos. Entonces, ahora estoy trabajando en soltar un poco, haciendo lo que está en mis manos lo mejor posible, pero dejando que la vida me sorprenda y el universo me muestre nuevas maneras de interactuar.

Tengo un par de proyectos que me ilusionan mucho. Uno de ellos es "Mal de Amores", que está basada en la novela de Ángeles Mastretta, misma que dirige su hija, la directora y escritora Catalina Aguilar Mastretta y que está ubicada en la época revolucionaria de México. 

Ahora estoy empezando una serie con grandes amigos y un elenco espectacular, que aun no puedo compartir, pero del que dentro de poco, oirán hablar.

El éxito para mí se resume como el privilegio de poder sentir paz, poder lograr una vida que no esté constantemente envuelta en estrés y angustia, ya sea por razones laborales, emocionales, económicas, personales. La amistad es la extensión del alma con quienes has creado vínculos, círculos de contención y complicidad. En la amistad existe un compromiso tácito, un acuerdo recíproco de cuidarnos y acompañarnos bajo el sol y la lluvia, el viento suave y los truenos.