Los trece hermanos que escaparon de la pesadilla que vivían a mano de sus padres, en lo que fue llamado ‘la casa del terror’, han comenzado a tomar las riendas de su vida. Tras haber crecido completamente aislados del mundo, desde su liberación comenzaron a enfrentar nuevos retos, y por fin, con el paso del tiempo han podido ir creando su propio camino. Jordan y Jennifer Turpin, la hermana que logró escapar para alertar a la policía y la mayor de las mujeres de la familia, decidieron abrirse en su primera entrevista, la cual otorgaron a Diane Sawyer de 20/20. En el programa que dejó a más de uno completamente conmovido al escucharse por primera vez la llamada al 911 de Jordan, que en ese entonces ni siquiera sabía el significado de palabras tan sencillas como medicina o moretones; las hermanas dieron también una mirada más amplia a la realidad que vivían en manos de sus progenitores, quienes han sido sentenciados a 25 años de cárcel.
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“Para ser honesta, ni siquiera nosotros sabemos cada una de las cosas por las que hemos pasado”, dijo Jordan en el programa. La chica que tenía 17 años al momento de su escape, ahora a sus 21 años se muestra muy articulada y fuerte al contar su propia historia y cómo decidió que era el momento de poner manos a la obra para poder salvar a sus hermanos. Las chicas revelaron que eran fuertemente adiestradas las contadas ocasiones que salían de casa, y que éstas eran solamente un pretexto para que sus padres tomaran fotografías y pudieran simular que llevaban una vida normal. De hecho, se retomó aquel video de la renovación de votos de sus padres en Las Vegas, cuando confiesan haber estado muy nerviosas de dejar ver que algo iba mal. “La única forma como podría llamarlo es un infierno”, dijo Jennifer de 33 años.
“Mis padres me arrebataron la vida completa, pero ahora estoy recuperándola”, dijo la joven que tras el escape ya tiene un trabajo, su propio departamento y ya maneja un auto, cosas que podrían parecer sencillas para cualquier persona pero que al ser rescatados parecían imposibles de lograr. Al hablar de los abusos de sus padres, la mayor de las hermanas narró: “Les encantaba citar al Deuteronomio, diciendo: ‘Tenemos el derecho de hacerles esto’, que incluso tenían el derecho de matarnos si no les hacíamos caso”. Los 13 hermanos pasaban hambre, lo que detuvo su desarrollo tal como se encontró a su llegada al hospital, pero fue precisamente eso lo que detonó su plan de escape. Cuando dos de sus hermanas fueron encadenadas a la cama por ‘robar’ comida de la casa -un castigo al que eran sometidos a menudo-, Jordan supo que era el momento de huir con un teléfono viejo y desconectado que había en la casa e intentar llamar a la policía, idea que había tomado del internet al que tenía acceso a escondidas en contadas ocasiones.
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Jordan también atribuyó su deseo de libertad a algo por demás mundano y típico de una niña de su edad, su admiración por Justin Bieber. A escondidas, cuando sus padres salían, había visto alguna vez los videos de Bieber en internet y eso le dejó saber que había un mundo más allá de lo que vivían dentro de esas cuatro paredes, lo más importante, es que la gente de los clips se veía feliz. Incluso, en la entrevista de seguimiento con Good Morning America, la joven confesó que si conociera al cantante canadiense, simplemente lloraría y le agradecería por haberle mostrado ese mundo.