Brigitte Bardot ha fallecido a los 91 años, luego de una larga batalla por su salud, dejando un legado extraordinario en el cine francés y el mundo entero. A solo unos días de que se termine el 2025, esta noticia ha enlutado a la industria del cine, debido al gran legado que deja esta leyenda del cine francés. La noticia sobre su deceso fue dada a conocer el 28 de diciembre por la Fundación Brigitte Bardot, la cual está dedicada a la protección de animales- Dicho organismo confirmó a Associated Press la noticia de la muerte de la actriz, además de revelar que murió en su casa, al sur de Francia.
Desde el pasado mes de octubre, Brigitte Bardot comenzó a lidiar con problemas de salud. En esa ocasión fue operada "como parte del tratamiento de una enfermedad grave", de acuerdo con el diario francés Nice Matin. Poco después, Brigitte regresó a su casa en Saint-Tropez para recuperarse. Un portavoz declaró al tabloide británico Daily Mail que la actriz se encontraba "bien", tras la cirugía.
Sin embargo, poco después la estrella fue trasladada de urgencia al Hospital Saint-Jean de Toulon en noviembre para recibir tratamiento por una enfermedad desconocida.
El comunicado en el que se confirma el deceso de la actriz
En el comunicado en el que se confirma la noticia del deceso de la actriz se puede leer lo siguiente: "La Fundación Brigitte Bardot anunciar con una inmensa tristeza el fallecimiento de su fundadora y presidenta, la señora Brigitte Bardot, una actriz y cantante de reconocimiento mundial, que eligió abandonar su prestigiosa carrera para dedicar su vida y su energía a la protección de los animales y su fundación".
"La Fundación Brigitte Bardot desea rendir un homenaje en memoria de una mujer excepcional que lo dejó todo por un mundo más respetuoso con los animales. Su legado perdura, a través de las acciones y las luchas que la fundación lleva delante con la misma pasión y la misma lealtad a sus ideales".
En la década de los años 50 y 60 fue considerada como un ícono del cine francés y un símbolo sexual.
Brigitte Anne-Marie Bardot nació el 28 de septiembre de 1934, en París, Francia. Desde niña, mostró pasión por las artes, en específico en la danza, lo que la llevó a estudiar ballet en el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza.
A los 15 años, Brigitte protagonizó su primera portada para la revista Elle, la cual atrajo la atención del director Marc Allégret, quien la invitó a hacer una audición. Aunque no se quedó con el papel para dicho proyecto, fue gracias a esta pequeña incursión en el mundo del cine que conoció a su primer esposo el aspirante a director Roger Vadim, con quien se casó en 1952.
Consiguió pequeños papeles al principio de su carrera como actriz, antes de que las cosas empezaran a mejorar para Brigitte. La belleza rubia saltó a la fama tras protagonizar Naughty Girl en 1956, seguida de Y Dios creó a la mujer ese mismo año, película dirigida por su marido que la convirtió en una estrella internacional.
En 1957, el director y la bella actriz tomaron caminos separados, y esto llevó a la actriz a tener varios romances. En 1959, se casó con el actor Jacques Charrier en 1959 y al año de su unión, dieron la bienvenida a su hijo, Nicolas-Jacques Charrier.
Brigitte y el padre de su primer hijo rompieron en 1963 y ella rehízo su vida con el millonario alemán Gunter Sachs, con el que estuvo casada de 1966 a 1969.
Tras años de intensos affaires, en 1992 Brigitte se estableció con el empresario Bernard d'Ormale, con el que estuvo casada hasta el día de su muerte.
Su adiós al cine y su activismo por los animales
Brigitte actuó en 47 películas a lo largo de su carrera como El desprecio (1963) de Godard y Viva María! (1965).
Participó en varios musicales y lanzó más de 50 canciones. Decidió retirarse de la actuación en 1973, a los 39 años, alegando su deseo de "salir con elegancia". Tras su última aparición en La edificante y alegre historia de Colinot, se dedicó al activismo por los derechos de los animales.
Brigitte fue una activista acérrima en sus últimos años y fundó la Fundación Brigitte Bardot en 1986. Luego adoptó una dieta vegetariana y escribió innumerables cartas a líderes mundiales pidiéndoles que protegieran a animales como los toros en Francia, los delfines en Dinamarca y las focas en Canadá.












