Sin duda alguna, A.B. Quintanilla atraviesa un momento de profunda introspección marcado por un dolor que conoce demasiado bien. Treinta años después de la muerte de su hermana Selena, la figura que cambió para siempre la música tex-mex y la historia de su familia, el productor y músico enfrenta ahora la pérdida de su padre, Abraham Quintanilla. La coincidencia emocional entre ambas ausencias ha abierto una herida doble: la del hijo que despide a su padre y la del hermano que, tres décadas después, sigue aprendiendo a vivir sin Selena. Desde la intimidad de sus redes sociales, A.B. decidió compartir ese duelo complejo, honesto y sin filtros, en un mensaje que deja ver no solo la tristeza, sino también el legado emocional que lo sostiene.
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Fue a través de Instagram donde el artista estadounidense reveló que el fallecimiento de Abraham ocurrió en una fecha especialmente significativa: su cumpleaños número 62. En ese espacio personal, A.B. puso en palabras una comparación inevitable entre ambas pérdidas. “Perdí a Selena hace 30 años. Todavía es una lucha diaria para mí, pero perder a mi papá golpea diferente. Me sentí seguro sabiendo que su amor y su guía siempre estarían disponibles cuando más lo necesitaba”, escribió, dejando claro que, aunque el tiempo ha pasado, el duelo por su hermana sigue presente, ahora amplificado por la ausencia de su padre.
El mensaje estuvo acompañado por una fotografía cargada de simbolismo: Selena sonríe mientras Abraham la abraza, una imagen que resume la unión familiar y el papel fundamental que él tuvo en la carrera de sus hijos. A.B. aprovechó ese recuerdo para destacar las enseñanzas que recibió de su padre, especialmente la perseverancia y la disciplina dentro de una industria tan compleja como la musical. En ese mismo texto, el productor expresó lo doloroso que resulta pensar que ya no podrá recurrir a sus consejos, aquellos que durante años funcionaron como un ancla emocional y profesional.
La pérdida, sin embargo, no solo se centra en su propia experiencia. En uno de los fragmentos más conmovedores, A.B. amplió el duelo hacia su madre, Marcella Samora, quien ha tenido que enfrentar dos ausencias irreparables. “Hoy siento que mi corazón está destrozado en un millón de pedazos… Lo siento mucho por mi mamá, que tiene que vivir con el dolor de perder a su bebé y a su marido”, escribió, subrayando el peso que esta tragedia tiene para toda la familia Quintanilla. También reconoció su inconformidad con la vida y calificó la situación como “injusta”, al lamentar que un acontecimiento tan doloroso haya marcado una fecha que debía ser de celebración.
Una vida entregada a la música
En su publicación, A.B. compartió además un detalle profundamente personal relacionado con la música, el lenguaje que siempre ha unido a los Quintanilla. Explicó que la canción La vida de un genio, que acompaña el mensaje, fue escrita para Abraham cuando aún vivía. “Me alegra que haya podido escucharla y gracias a @jonseda por hacer los honores de cantar esta canción… Mi papá realmente era un genio y lo voy a extrañar muchísimo”, agregó, dejando ver cómo el arte se convierte también en una forma de despedida y homenaje.
A.B. fue el primero en dar a conocer públicamente la noticia la mañana de este 13 de diciembre, confirmando la muerte de Abraham Quintanilla, creador del grupo Selena y Los Dinos y figura clave en la historia musical de su familia. Hasta el momento, Suzette Quintanilla, hermana de Selena y A.B., no ha compartido ningún mensaje relacionado con la pérdida. Mientras tanto, A.B. enfrenta este doble duelo con la misma franqueza que ha caracterizado su carrera: reconociendo el dolor, honrando la memoria y aferrándose a los recuerdos que, aunque duelen, también sostienen.
