La música latina despide a una figura fundamental en la historia de Selena Quintanilla. Abraham Quintanilla, padre de la recordada cantante, falleció a los 86 años, dejando tras de sí un legado profundamente ligado al origen y consolidación de una de las carreras más influyentes del tex-mex. Más allá de su papel como padre, fue el impulsor y guía de un proyecto familiar que marcó a generaciones y que continúa vigente a casi tres décadas de la partida de Selena.
La noticia fue confirmada por su hijo A.B. Quintanilla III a través de redes sociales, donde compartió un mensaje breve y emotivo: “Es con un gran corazón hacerles saber que mi padre falleció hoy...”. El anuncio generó una inmediata oleada de mensajes de condolencias y recuerdos, en los que se destaca la disciplina y visión de Abraham para encaminar el talento de sus hijos.
El legado de Abraham Quintanilla
Abraham Quintanilla, padre de Selena, nació en 1939 en Corpus Christi, Texas, y desde joven mostró una cercanía natural con la música al formar parte de una banda. Con el paso del tiempo decidió enfocar su vida en su familia, un pilar que marcaría todas sus decisiones futuras. En 1971 nació Selena, su tercera hija, y fue precisamente en ella y en sus hermanos donde Abraham identificó un talento excepcional que no dudó en impulsar con determinación y disciplina.
Durante la década de 1980, al reconocer las habilidades musicales de sus hijos, promovió la creación de Selena y Los Dinos. Convencido del potencial del proyecto, tomó decisiones firmes, como sacarla de la escuela para concentrarse en giras y presentaciones, muchas de ellas en su restaurante PapaGayos. Esta etapa inicial definió una relación marcada por una guía estricta, pero también por un apoyo profesional inquebrantable que sentó las bases del éxito.
En los años 80s y 90s, mientras la carrera de Selena crecía de forma vertiginosa, Abraham asumió los roles de mánager, productor y figura central de su desarrollo artístico. En 1993 fundó Q Productions, empresa con la que administró y consolidó el alcance internacional de su hija, reforzando un modelo de trabajo familiar que se volvió distintivo.
Las tensiones no estuvieron ausentes. En 1990 surgieron conflictos cuando Selena inició una relación secreta con Chris Pérez, guitarrista de la banda, a quien Abraham despidió al considerarlo una amenaza. Aunque Selena y Pérez se casaron en 1992 a escondidas, el tiempo permitió la reconciliación. Tras el asesinato de Selena en 1995, Abraham encabezó la preservación de su legado mediante álbumes póstumos, documentales y la creación de la Selena Foundation. Casado con Marcella Samora desde 1963, con quien tuvo tres hijos —A.B., Suzette y Selena—, mantuvo el control del imperio musical familiar hasta su fallecimiento y publicó sus memorias en 2021.








