El escenario del Teatro Aldama se iluminó con una energía especial cuando Itatí Cantoral apareció caracterizada como 'Lupita', marcando así un nuevo capítulo en su trayectoria artística. La actriz regresó al teatro para asumir uno de los personajes más queridos de Mentiras, el musical, y lo hizo en medio de una ovación que celebraba no solo su talento, sino también el cariño del público hacia este clásico. Pero si algo volvió aún más significativo su debut de temporada, fue la presencia de su hijo, Eduardo Zucchi, quien la acompañó en esta noche tan simbólica y tomó el escenario para apadrinar su participación con un mensaje lleno de orgullo.
Con el telón aún vibrando por la última nota, fue Eduardo quien sorprendió al público al dedicar unas palabras a su mamá. “Qué gran obra, qué gran historia… La importancia de la sororidad en este país. Crecí con una mamá empoderada, una mamá entusiasta, una mamá fuerte, una mamá ching***”, expresó con total emoción.
El joven, quien se mostró conmovido durante toda la función, destacó además el mensaje central de la puesta en escena y la inspiración que ha sido Itatí para él. “Que esta historia siga teniendo el éxito que ha tenido, me ha enseñado a mí que el poder femenino es el más poderoso de todos”, añadió ante los aplausos de la audiencia.
Agradecida por esta oportunidad
El debut de Itatí como Lupita no tomó por sorpresa a sus seguidores, quienes semanas atrás habían recibido la noticia a través de un anuncio muy especial. Durante la conferencia en la que confirmó su incorporación al elenco para todo el mes de diciembre, la actriz presentó oficialmente a su personaje con una frase que dejó ver su entusiasmo por esta nueva aventura: “Hola, soy Lupita la secretaria en Mentiras, el musical”, dijo en un video que compartió en sus redes sociales, donde también interpretó un fragmento de uno de los temas más emblemáticos del montaje.
Además del cariño por la obra, Itatí fue muy honesta sobre el enorme desafío que representa este papel. Reconoció que darle vida a Lupita implica un esfuerzo vocal notable y un nivel de exigencia que la ha mantenido enfocada en perfeccionar cada detalle. “La obra es súper difícil vocalmente, mucho más de lo que yo me había imaginado. Es vocalmente un trabajo titánico, cantas muchísimo, haces muchísimas armonías, cosa que a mí se me dificulta porque la mayoría de las canciones Lupita no las canta como las cantas en el karaoke, sino que haces armonías debajo de las voces de las demás…”, explicó durante su encuentro con los medios.







