A mediados de octubre, Ana Patricia Gámez tomó la decisión de poner fin a su historia de amor con Juan Carlos Martínez, con quien estuvo casada durante 11 años y formó una familia al lado de sus dos hijos, Giulietta y Gael. La ex Nuestra Belleza Latina inició el trámite calificándolo de "diferencias irreconciliables", demanda a la que el empresario ha dado respuesta a través de sus representantes legales, con una serie de exigencias que no coinciden con las peticiones de la madre de sus hijos.
En un documento de 11 páginas, Luis Carlos y su abogada, rechazaron la repartición desigual de los bienes que Ana Patricia solicitó, pues en años recientes habría sido ella quien aportó más al matrimonio gracias a su trabajo. Según informes de la reportera Mandy Fridmann, Luis explica que gracias a su apoyo ella logró ese crecimiento profesional. El también hermano de Karla Martínez, presentadora de Despierta América, agrega que de descubrir alguna infidelidad por parte de su aún esposa, deberá recibir una compensación por haber gastado el dinero del hogar y la familia en una tercera persona.
Las exigencias de Luis Carlos sobre sus hijos
Los divorcios no son conocidos por ser exactamente la fase más tranquila de una separación, y para Ana Patricia Gámez y Luis Carlos Martínez, la situación no estaría en términos amigables debido a los desacuerdos entre ambos. En especial porque él en su demanda pide un acuerdo de crianza de ambos menores con custodia al 50%, así como un régimen de visitas que los padres acuerden o, en su defecto, el Tribunal.
Luis Carlos también plantea ser él quien tome la decisión final en relación a publicaciones o asuntos relacionados con los hijos en los medios de comunicación si es que no están de acuerdo. En cuanto a la manutención y gastos de los niños, exige que sean compartidos, considerando pagos médicos, dentales y de visita. Incluso pone por escrito que se alternen a partir de este año para declarar en sus impuestos a los hijos como dependientes, y mantener pólizas de seguro para cubrir las obligaciones de manutención, designando a ambos menores como beneficiarios.
El tema económico también es delicado para la pareja, pues Luis Carlos pide una distribución equitativa de los bienes, con medidas que eviten alguna caída de sus empresas para mantener el estilo de vida mientras se continúa con el proceso de divorcio. En uno de los apartados, Martínez solicita una distribución desigual de los bienes gananciales superiores al 50%. Además, pide el interés exclusivo de la casa familiar, como parte de la distribución equitativa.
Ana Patricia y Luis Carlos habrían puesto fin a su relación en agosto pasado, pero aún viven bajo el mismo techo. Por ello, él exige que se le permita vivir en la casa, así como la posesión y el uso exclusivo de la vivienda durante el proceso legal, esto si existe un ambiente hostil entre la aún pareja. Luis Carlos agrega que se le otorgue una pensión alimenticia, incluyendo pensión provisional, pensión por tiempo determinado, pensión compensatoria y pago único, o una combinación de estas. Además, pide que Ana Patricia sea quien pague los honorarios de los abogados de Luis Carlos, así como otros gastos que puedan generarse a raíz de la demanda de divorcio.
La solicitud extraordinaria de Ana Patricia para pasar la Navidad con sus hijos
Ana Patricia ha tenido que solicitar un permiso de emergencia a la Corte de Familia de Miami, tal como lo mencionan en Las Top News, pues como suele suceder en muchas familias, las festividades decembrinas se turnan para pasarlas con la familia de cada parte. Originaria de México, este año sería el turno de Ana Patricia de pasarlo en su país natal con su madre y hermanos; pero Luis Carlos no había firmado la autorización para que sus hijos salgan de Estados Unidos. Fue hasta esta semana que accedió pero bajo las condiciones de que los pequeños estén siempre disponibles para una llamada telefónica, saber exactamente la fecha de ida y de regreso; además de que Ana Patricia no podrá compartir fotos de ninguno de los dos en sus redes sociales o algún otro medio.








