Nicolás Sarkozy, expresidente francés, ingresó en punto de las 9:45am (hora local) a la prisión de La Santé, en París. El político deberá cumplirá en dicho centro de reclusión una condena de cinco años de cárcel por asociación ilícita, luego de que las pesquisas arrojaran una financiación ilegal a su campaña presidencial en 2007, presuntamente realizada por el régimen del dictador libio Muamar el Gadafi. En medio del momento más duro de su vida, Sarkozy se dejó ver arropado por su esposa, la cantante y modelo Carla Bruni, además de Giulia, la hija que comparten.
A las afueras de su hogar, lo esperaba una multitud de seguidores, quienes lo vitorearon y entre aplausos, lo llenaron de cariño en el punto más ríspido de su carrera política.
Además de su esposa y su hija de 14 años, Sarkozy también contó con el apoyo de dos de sus otros tres hijos; Jean, nacido de sus primeras nupcias con Marie-Dominique Culioli, y Louis, fruto de su segundo matrimonio con Cécilia Attia, que acudió acompañado por su esposa, Natali Husic.
Decenas de personas se congregaron en las afueras de la residencia del exmandatario y con vítores le mostraban su apoyo. Incluso, medios locales reportan que unos cuantos entonaron La Marsellesa, el himno nacional de Francia.
Aunque los medios le hacían preguntas y esperaban obtener sus declaraciones finales antes de ingresar a prisión, Sarkozy únicamente los saludó y prefirió guardar silencio. En tanto, su esposa saludó a los presentes y trató de dar su mejor cara, en medio de la adversidad.
Louis, hijo del expresidente se pronunció ante las muestras de cariño de aquellos que los acompañaron para hacer frente a uno de los capítulos más difíciles de su familia.
"Quiero agradecer de todo corazón a las innumerables francesas y franceses que, a pesar de sus obligaciones, se levantaron esta mañana para estar a nuestro lado. Las imágenes de esta mañana quedarán grabadas para siempre en su mente, como en la nuestra. Nadie puede imaginar hasta qué punto su presencia nos conmueve y nos sostiene", expresó.
Tras esta cálida despedida, Sarkozy abordó un automóvil para trasladarse al centro penitenciario, el cual está ubicado en el distrito XIV. En su perfil de Instagram, el político francés compartió el siguiente comunicado: "Quiero decirles con la fuerza inquebrantable que es la mía que no es a un antiguo Presidente de la República a quien se encierra esta mañana, sino a un inocente".
"No pido ningún privilegio, ninguna indulgencia. No estoy aquí para quejarme, porque mi voz se escucha. No tengo que lamentarme, porque mi mujer y mis hijos están a mi lado, y mis amigos son innumerables", se leía en el mensaje.
La resolución del juez convierte a Sarkozy en el primer expresidente francés, y de la Unión Europea, en entrar en prisión, marcando un precedente sin igual en la política del 'Viejo Continente'.
El apoyo de Carla Bruni y Giulia
Han sido días duros para la familia Sarkozy. Todos los integrantes se han volcado en apoyar al líder de la familia. De hecho, hace un par de días Giulia, la hija menor del expresidente con Carla Bruni, cumplió 14 años. En medio de la adversidad, la modelo le dedicó a su hija unas bellas palabras y resaltó su fortaleza. "
Feliz cumpleaños a la chica más maravillosa, este año no es un cumpleaños fácil pero eres tan fuerte y valiente... Gracias por existir mi amor.. es un placer ser tu madre ♥️🎂🥳🎊🎁🎈🎉🥳🎂🎈", escribió la también modelo.
Carla Bruni, de 57 años, y Nicolas Sarkozy, de 70, se conocieron en 2007. Ese mismo año, él asumió la presidencia de Francia y al año siguiente, en febrero de 2008, se casaron. El 19 de octubre de 2011 dieron la bienvenida a su primera y única hija en común, la pequeña Giulia. Desde entonces, se han mantenido juntos en las buenas y en las malas, como la dolorosa circunstancia de este 21 de octubre, donde él ha entrado a prisión, dejando a Carla Bruni desolada y con el corazón roto.