A casi tres años de haber anunciado su separación, Andrea Legarreta y Erik Rubín han cumplido su promesa de mantenerse cercanos por sus hijas, Mía y Nina. En ese sentido, recientemente la mayor de las hermana Rubín se sinceró sobre la dinámica familiar que han llevado desde que decidieron poner punto final a su relación de pareja. Durante su visita al podcast Enkamados, Mía compartió con la audiencia la gran lección que aprendió tras la ruptura de sus padres. La joven cantante también habló de la responsabilidad que siente de portar los apellidos de dos importantes figuras en el mundo del entretenimiento nacional.
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Más sincera que nunca, Mía contó: "El mayor aprendizaje que ellos me dejaron es que en verdad sí se puede si uno tiene disposición de hacerlo, al final sí se terminó su historia de amor como pareja, ellos son amigos y lo van a ser siempre, ellos se adoran y se aman. Aunque ese amor se transformó, no se fue entonces yo creo que eso fue lo que ha mantenido esta familia unida".
Reconoció que el caso de sus papás es poco común, pero debería ser lo contrario: "La verdad es que yo tampoco conozco muchas parejas que se lleven así de bien, ellos se aún mejor de cuando estaban casados, sí es muy loco poder estar con ellos como una familia normal".
Mía contó que a pesar de su papá ya no vive con ellas conviven todos los días: "Sí mi papá tiene su departamento, pero viene a comer todos los días, todo el tiempo, la verdad es como si no hubiera cambiado nada. El aprendizaje, que yo me llevo de ellos es que lograr manejar la situación con muchísima madurez, con muchísimo control y respeto a su familia", comentó.
La responsabilidad de sus apellidos
En esta charla, Mía también habló de la responsabilidad que representa ser una Rubín Legarreta: "Es una bendición que viene con presión. Yo estoy consciente de que sí me pasan, aunque no tiene papás famosos, aunque sean talentosos, al final yo sé que tengo esas oportunidades y estoy consciente de ello", explicó.
Por otra parte, la primogénita de Andrea Legarreta y Erik Rubín reconoció que tampoco ha sido fácil: "No significa que sea fácil, es una carrera dificilísima y a pesar de ser quien soy y de tener los papás que tengo me ha costado mucho trabajo y hay puertas que no se me han abierto, por ser hija quien soy, entonces lo que a mí me queda hacer es trabajar en mi arte, en mi música en mi manera de expresarme en el escenario, prepararme".