La vida de Jair Bolsonaro ha vuelto a dar un giro, esta vez en términos médicos. El expresidente de Brasil, de 70 años, fue diagnosticado esta semana con cáncer de piel, luego de haber acudido el domingo pasado al hospital por una cirugía menor programada; y volver a requerir atención el martes al presentar niveles alterados en la presión. Ha sido Claudio Birolini, su médico, quien informó la situación a diversos medios de comunicación.
Bolsonaro presenta "un carcinoma de células escamosas, que no es ni el más benigno ni el más agresivo, es intermedio", explicó Birolini. Sin minimizar la situación, agregó: "Pero aun así es un tipo de cáncer de piel que puede tener consecuencias más serias". El parte médico llega luego de que el exmandatario fuera ingresado el martes de emergencia en un hospital en Brasilia, pues se había sentido mal durante la prisión domiciliaria preventiva que cumple a días de haber sido condenado a 27 años de cárcel por haber intentado dar un golpe de Estado contra el presidente Lula.
Jair habría llegado en busca de atención presentando un cuadro de deshidratación, con elevación de frecuencia cardiaca, baja de la presión arterial; así como vómito e hipo. "Los exámenes evidenciaron persistencia de anemia y alteración de la función renal", compartió el hospital DF Star en un comunicado sobre el estado de salud del expresidente, quien fue dado de alta este miércoles, regresando a su hogar para continuar con el arresto en su domicilio. También detallaron que seguirá con tratamiento médico.
Fue durante pruebas de laboratorio que le realizaron el domingo pasado cuando los especialistas detectaron una anomalía. "De las siete lesiones analizadas, dos dieron positivo al carcinoma", explicó Claudio Biolini, quien hizo énfasis al hipo crónico y el vómito que ha presentado su paciente desde meses atrás. Algunos de los malestares se relacionaban de forma directa con el atentado del que fue víctima en 2018, cuando fue atacado con un arma punzocortante durante su campaña electoral.
La sentencia en su contra
La actual situación de la salud de Jair Bolsolaro ha llamado la atención no sólo por la natural delicadeza del tema, sino por la temporalidad en la que ha salido a la luz. La semana pasada, el expresidente de Brasil fue encontrado culpable por su intento de un golpe de estado, en el cual se le señala de liderar una organización criminal, todo después de haber perdido las elecciones de 2022 ante el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
El Tribunal Supremo de Brasil lo condenó a 27 años de prisión, además de fallar en su contra en otros cuatro delitos más. Sin embargo, Jair no estuvo presente en las audiencias debido a su estado de salud, y ante los nuevos hechos, su defensa deberá presentar un informe al juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, pues buscan que se cumpla dicha sentencia en su hogar.