En una noche que fusionó historia, espiritualidad y música, la Plaza de San Pedro en el Vaticano se convirtió en un escenario inolvidable. Allí, Karol G conquistó a un público internacional que abarrotaba el recinto, confirmando una vez más su estatus como la estrella femenina de la música latina más influyente del momento. La colombiana brilló con éxitos como Si antes te hubiera conocido y Provenza, llevando su inconfundible energía latina a un evento marcado por la solemnidad y el simbolismo.
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Junto a ella, figuras de renombre mundial como Andrea Bocelli, Pharrell Williams, John Legend, Jennifer Hudson y Teddy Swims compartieron escenario en el concierto Grace for the World. Sin embargo, fue la frescura y magnetismo de la intérprete paisa lo que provocó una de las ovaciones más calurosas de la velada, demostrando que su música trasciende fronteras y conecta con audiencias de todas las culturas.
El espectáculo, organizado por la Iglesia católica en el marco del Año Jubilar 2025 y la clausura del Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, reunió además al Coro Gospel Voices of Fire, el rapero tailandés BamBam, la cantante beninesa Kidjo y el pianista Jelly Roll. También hubo espacio para lo clásico, con la actuación del Coro de la Diócesis de Roma dirigido por el Maestro Marco Frisina, que aportó solemnidad a la cita.
La noche alcanzó tintes de espectáculo histórico con una coreografía aérea protagonizada por 3 mil 500 drones, considerada la mayor vista en Europa hasta la fecha. Inspirados en las obras maestras de la Capilla Sixtina, los drones iluminaron el cielo con imágenes que mezclaban arte sacro y tecnología, en un momento de enorme impacto visual y emocional. El instante más conmovedor llegó cuando se proyectó el rostro del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril, despertando un profundo silencio entre los asistentes.
Una noche llena de significado
“Nuestra humilde intención es la de proponer al mundo el horizonte de la fraternidad como clave de bóveda para un nuevo orden político, económico y social en la existencia humana”, declaró el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica de San Pedro, al tomar la palabra en el escenario. Su mensaje de unidad y esperanza quedó en perfecta sintonía con el espíritu que envolvió toda la velada.
Transmitido en directo a través del canal oficial del Vaticano en YouTube y plataformas como Disney+, Grace for the World se consolidó como un evento sin precedentes: un puente entre culturas, religiones y estilos musicales. Una cita en la que la música fue mucho más que entretenimiento: se convirtió en un lenguaje universal de fraternidad y esperanza.