Sydney Sweeney y Scooter Braun acapararon titulares en las últimas horas, luego de que comenzaran a circular versiones que los señalan como la nueva pareja de Hollywood. El inesperado vínculo entre la actriz de Euphoria y el poderoso ejecutivo musical habría surgido tras coincidir en una de las celebraciones más exclusivas del verano en Venecia.
De acuerdo con TMZ, varias fuentes cercanas aseguraron que la relación empezó después de la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez, realizada en junio pasado. En aquella ocasión, Sweeney y Braun fueron vistos juntos, lo que desató rumores sobre un posible acercamiento que hoy toma más fuerza.
En información retomada por Page Six, se apunta que Braun quedó “obsesionado” con la actriz desde ese primer encuentro, mientras que una fuente cercana a Sweeney explicó que “ella acaba de terminar una relación y está haciendo lo que hacen las mujeres de veintitantos: salir con alguien”. Hasta ahora, todo indica que se trata de un romance casual y sin compromiso.
Scooter Braun es considerado uno de los hombres más influyentes de la industria musical. Tras descubrir a Justin Bieber en 2008, ha trabajado con artistas como Ariana Grande, Demi Lovato y J Balvin. Actualmente ocupa el cargo de CEO de Hybe America, compañía que gestiona la carrera de BTS y otras grandes estrellas internacionales.
El enemigo público de Taylor Swift
Pero su nombre no solo está ligado al éxito. Braun es también recordado como el “enemigo público” de Taylor Swift, tras adquirir en 2019 Big Machine Records por 300 millones de dólares, lo que lo convirtió en dueño de los seis primeros álbumes de la cantante. Swift denunció la compra y lo acusó de acoso y manipulación, alegando que nunca se le dio la oportunidad de adquirir sus propios masters.
En respuesta, la artista inició el ambicioso proyecto de regrabar sus discos bajo la marca Taylor’s Version, con el que recuperó el control artístico y financiero, además de recibir el apoyo masivo de sus fans. Finalmente, en mayo de 2025, Swift logró recomprar sus masters a Shamrock, cerrando así uno de los capítulos más mediáticos en la historia reciente de la música y dejando a Braun en el centro de la controversia.