Galilea Montijo vivió una gala de eliminación de La Casa de los Famosos México distinta a las anteriores. Conmovida, la conductora estelar del reality se presentó ante las cámaras con un vestido colmado de gran valor sentimental, cubierto con miles de cristales y pequeños tesoros, un diseño de su fascinante closet intervenido por la casa de modas mexicana Iann Dey, bajo la dirección y asesoría de su estilista de cabecera, Jessica Marmolejo. De esta manera, la tapatía honró el legado de su amada abuela, doña Refugio, Cuquita, como la llamaba de cariño, quien según compartió dedicó su vida entera a la confección y a la costura, pasión de la que Galilea heredó su gran amor por la moda y el estilo.
Un vestido plagado de historia
Galilea puso en manos de su estilista y de sus inseparables diseñadores, David Márquez e Iván Gallegos, un vestido corto color plateado de mangas largas y hombros anchos. Una pieza de su fascinante closet que tomó una segunda vida cargada de simbolismo y recuerdos, convertida en lienzo para los reconocidos creativos de la moda. La intervención del vestido cuenta con miles de cristales que capturan la luz y, con su brillo, traen de vuelta los recuerdos más preciados de la infancia de Galilea, cuando solía mirar a su abuela confeccionar y trabajar con aguja e hilo en mano.
Dedales, carretes y broches sobre la tela, otorgan singularidad a este vestido que pudo ser apreciado por la audiencia acérrima de La Casa de los Famosos, un espacio en el que Galilea ha contado parte de su historia personal y profesional a través de sus looks. El detalle más significativo de esta pieza es sin duda un colibrí bordado, el cual exalta el valor espiritual que tiene la presencia de esta ave en la vida de Gali, pues la presencia del colibrí le recuerda que su abuela, doña Cuquita, siempre se encuentra a su lado.
La sorpresa de la reinvención en este vestido se impuso gracias a otro elemento añadido; una falda de piel y cauda dramática, la cual, según los genios creativos de Iann Dey, otorga fuerza y carácter a la prenda, la cual se define como un tributo eterno. Para complementar el look, Gali llevó botas ultra largas en color negro, un peinado de chongo con un rulo en la frente, el cual otorgó elegancia a la conductora, quien cuida cada detalle para lucir bella.
El gran valor del vestido, según Galilea
Con la emoción a flor de piel, Galilea compartió con sus fans lo importante que ha sido para ella portar este vestido, el cual tomó una segunda vida en este periodo de su historia en el que honrar su legado familiar ha sido imprescindible. “Este vestido tiene una historia muy bonita, se basaron los Iann Dey en algo que les conté de mi abuela. Este es un vestido reciclado, ellos ya le dieron como esta segunda vuelta porque obviamente no era así, pero la base sí…”, explicó en La Casa de los Famosos.
Según comparte la tapatía, gracias a su abuela su amor por la moda es inagotable, pues recuerda el cariño con el que doña Cuquita solía ejercer su oficio a lo largo de su vida. “Si se dan cuenta tiene seguros, los rodillos, tiene los dedales, los colibríes que a mí me recuerdan mucho a mi abuelita por muchas cosas y sí, se inspiraron en la historia que les conté de mi abuelita porque ella me enseñó a tejer, me enseñó a coser, ella vivía de eso y ella fue la que me enseñó todo lo referente a la ropa y creo que de ahí me viene la inspiración por querer ser, algún día, diseñadora de modas, pero pues no, creo que no es lo mío…”, reveló.