En el polémico y mediático caso de los hermanos Erik y Lyle Menéndez se ha escrito otro capítulo. Este mes sería definitivo para ambos, pues tanto ellos como el público que ha seguido su historia de cerca esperaba las audiencias en las que un panel de comisionados decidiría su futuro dentro o fuera de prisión luego de casi 36 años tras las rejas. Sin embargo, las noticias no fueron tan buenas para Erik, quien compareció de forma virtual en su audiencia este jueves.
A Erik, de 54 años, quien se encuentra preso en el Centro Penitenciario R.J. Donovan, cerca de San Diego, California, el Juez le negó la libertad condicional que él y su equipo de abogados habrían solicitado luego de que en mayo pasado, la condena de cadena perpetua fuera reducida a 50 años, lo que les permitía cumplir con ella en libertad condicional.
Los factores para que se tomara esta decisión obedecen a la mala conducta que Erik habría tenido en su tiempo en la cárcel. "Creo en la redención o no estaría haciendo este trabajo. Pero basándonos en los estándares legales, encontramos que usted sigue representando un riesgo irrazonable para la seguridad pública", dijo Robert Barton, presidente de libertad condicional, durante la audiencia de más de 10 horas.
El caso de los hermanos Menéndez cobró fuerza luego de que el año pasado se estrenara la serie de Netflix Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, con la que el público no sólo concía la historia que inició a finales de los 80s; sino que simpatizó con los hermanos, quienes aseguraban que habrían cometido aquel acto contra sus padres luego de una vida de abusos físicos y emocionales. En este tiempo, su familia los perdonó por el asesinato y hasta declararon a su favor. Sin embargo, estos detalles de terceras personas no fueron un incentivo para liberar a Erik. "Dos cosas pueden ser ciertas. Pueden amarte y perdonarte, y aún así puedes ser considerado no apto para la libertad condicional", aseguró Barton.
La mala conducta de Erik habría sido marcada por tener un teléfono celular dentro de prisión, lo que fue considerado como "egoísta" por creer que las reglas internas no se aplicaban a él. "Contrario a las creencias de tus simpatizantes, no has sido un prisionero modelo", agregó, pues también se expuso que había sido parte de pandillas así como consumo de sustancias ilegales. Erik, al escuchar el veredicto, se mostró afectado pues se venía abajo la posibilidad de volver a la libertad luego de décadas de luchar por ello.
Aunque la decisión está tomada, no todo está perdido, pues en tres años Erik podrá volver a solicitar la libertad condicional. El mes pasado, sus abogados intentaron que por cuestiones médicas se le otorgara este beneficio, luego de que fuera trasladado de la prisión a un hospital por una delicada condición renal. Sin embargo, fue tratado y luego de unos días volvió a su celda.
¿Qué sigue para Lyle Menéndez?
La historia de este caso continúa y será este viernes cuando Lyle Menéndez, de 57 años, se presente en su propia audiencia. La comisión se volverá a reunir para analizar el caso del mayor de los hermanos, aunque podrían tardar menos de las 10 horas de la audiencia de Erik, pues habrían revisado este jueves el crimen que los llevó tras las rejas.
Al tratarse de una persona diferente y considerando el tiempo que pasó separado de su hermano en una prisión distinta, la conducta de Lyle podría ayudar a que se le otorgue la libertad condicional. Si bien puede influir, también estaría en el aire la decisión tomada para Erik, lo cual podría afectar de forma directa a su hermano.