En la intimidad de la suite del líder de La Casa de los Famosos México 3, Dalilah Polanco abrió un capítulo que había guardado por años: su relación con Eugenio Derbez. Durante una charla que sostuvo con Ninel Conde, la actriz alternó risas y reflexiones para recordar cómo comenzó ese vínculo y las razones que la llevaron a ponerle punto final. Una historia que, aunque quedó atrás, sigue despertando interés.
Polanco reconoció que han pasado casi dos décadas desde la ruptura, pero que la figura de Derbez continúa siendo mediática y difícil de separar de la memoria colectiva, por lo que bromeó al recordar cómo es que hasta la fecha sigue siendo cuestionada al respecto. “Es una figura fuerte, pero si lo ves a manera personal, claro, ya dices: ‘Supéralo’… yo que fui la del no, ya lo superé hace años”, expresó con franqueza. Con ironía, agregó: “Ya te pago la terapia, por favor… jamás vamos a regresar”.
La actriz explicó que conoció a Derbez mucho antes de que surgiera cualquier romance. El primer encuentro ocurrió en el programa Anabel, 14 años antes de comenzar a salir. Tenía apenas 16 años y asistía a las grabaciones gracias a que su padre trabajaba en Televisa. En esas visitas, aprovechaba para participar como parte del público o como extra en escenas que requerían numerosas personas disfrazadas. “Yo iba con mi papá a Televisa, entonces iba a ver a los foros a ver a dónde me podían meter… Y cada que tocaba grabar el programa de Anabel, como disfrazaban a mucha gente yo alzaba la mano y me sentaban ahí (de extra)”, recordó.
Así comenzó el amor
Tras algunos proyectos pequeños, el destino volvió a cruzar sus caminos con Derbez en XH Derbez y, más tarde, en La familia P. Luche, donde la cercanía laboral derivó en una relación sentimental. “Era muy buena, pero muy difícil y de gran aprendizaje... sentí que había muchas responsabilidades porque era el señor actor, productor, director. Entonces, tenía que estar a la par, si había una cena tenía que estar a la altura”, confesó.
Un final sin rencores
Con serenidad, Dalílah afirmó que hoy ve aquel episodio como un ciclo cerrado y sin rencores. “Sentía que no me querían nominar, pero me querían eliminar”, dijo en tono metafórico, para explicar que prefirió cerrar la historia antes de que se volviera más complicada.