Tras la triste partida de doña Silvia Pinal, la última gran diva del cine de oro mexicano, la atención no solo ha recaído en el homenaje a su legado artístico, sino también en el futuro de su icónica residencia ubicada en Jardines del Pedregal, al sur de la Ciudad de México. En días recientes, diversos rumores señalaron que la propiedad se encontraba deshabitada y en aparente abandono, despertando preocupación entre seguidores. Sin embargo, Sylvia Pasquel, primogénita de la legendaria actriz, ha querido aclarar la situación de forma puntual, por lo que en un encuentro con la prensa se refirió al respecto.
Durante la conferencia de prensa de la obra La Profesora, en la que participa actualmente, la actriz fue cuestionada por los medios sobre el estado actual de la casa que por décadas albergó la vida y los recuerdos de su madre. Con la sinceridad que la caracteriza, Sylvia fue enfática: “La casa la cuidamos, obviamente, es la casa de mi madre y no la vamos a abandonar ni vamos a permitir que se caiga, ni que esté abandonada ni nada”.
La actriz también explicó que, si bien la dinámica familiar ha cambiado tras el fallecimiento de doña Silvia, el cariño y el respeto por su hogar permanecen intactos. “Lo que no, es que no estamos como antes que entrábamos y salíamos todo el día y a todas horas, pero la casa la cuidamos”, aseveró.
Consciente del valor sentimental y simbólico de la residencia, Sylvia detalló las medidas que la familia ha tomado para mantener el inmueble en óptimas condiciones. “Una persona va a hacer la limpieza de la casa, otra va a regar las plantas y la casa está cuidada”, precisó, desmintiendo así cualquier insinuación de descuido.
Una casa a la altura de una diva
Fue en el año 1955 cuando, con el pago de su trabajo en la cinta Cabos de Hornos, Silvia Pinal adquirió el terreno en el que el reconocido arquitecto, Manuel Rosen, conocido por trabajos como la Alberca Olímpica y el Hospital Psiquiátrico Infantil, edificó su casa. Durante los trabajos de construcción, el arquitecto presentó a la diva con el pintor Diego Rivera, quien se encargó de retratarla (cuando ella tenía 25 años de edad) en el cuatro que se convirtió en el eje central de la casa.
En esta residencia, Rosen incorporó la piedra volcánica, un material característico de esa región, con el que se realizó el gran muro donde se colocó el retrato de Rivera: "La casa del Pedregal es uno de los logros de mi vida. Entre otras cosas que me ha dado, fue conocer en persona a uno de los mayores genios de este país, ¿Quién creen que pintó este cuadro? ¡El gran Diego Rivera!", comentó la propia Silvia Pinal en su serie.