Tras casi cuatro décadas definiendo qué se llevaba en la moda (y qué no), Anna Wintour deja su cargo como editora en jefe de Vogue. Confirmado por People, The Daily Front Row, WWD y Business of Fashion, Wintour, ahora de 75 años, anunció su renuncia durante una reunión de personal la mañana del miércoles 25 de junio.
Aunque se despide de su icónico puesto desde 1988, está lejos de jubilarse. Wintour seguirá siendo la directora global de contenido de Condé Nast y directora editorial de Vogue, supervisando todas las ediciones internacionales de la marca y otras importantes publicaciones de Condé Nast como GQ, Vanity Fair y Architectural Digest.
Su legado en los medios de comunicación de la moda
Anna Wintour no solo estuvo a cargo de Vogue. Se convirtió en Vogue. Relevando a Grace Mirabella en 1988, el reinado de Wintour comenzó con una portada audaz que la distinguió al instante. En lugar de un retrato rígido y glamuroso, su primer número presentó a la modelo Michaela Bercu sonriendo con una chaqueta de alta costura de Christian Lacroix de 10.000 dólares combinada con vaqueros de 50 dólares. Fotografiada por Peter Lindbergh, la portada fue revolucionaria.
"Rompió todas las reglas", dijo Wintour en una retrospectiva de 2012. "Con solo mirar esa foto, sentí los vientos del cambio". Ese instinto —en parte previsión de la moda, en parte radar cultural— se convirtió en su superpoder.
Convirtió a las modelos en iconos, a los diseñadores en nombres conocidos y a los temas de moda en eventos culturales. Sus decisiones no solo reflejaban tendencias; las creaban.
El mito, la película, el momento mediático
La imagen fría de Wintour, su impecable corte bob y sus distintivas gafas de sol crearon uno de los looks más reconocibles de los medios. También inspiró a Miranda Priestly en "El diablo viste de Prada", novela convertida en película escrita por su exasistente, Lauren Weisberger.
Aunque Weisberger ha afirmado que el personaje era una mezcla de muchas historias de la industria, la conexión perduró. Wintour asistió al estreno de la película en 2006 luciendo Prada, una decisión que consolidó la leyenda.
Luego, en 2009, dio un giro a la narrativa con "The September Issue", el revelador documental que la siguió a ella y a su equipo mientras creaban la edición anual más importante de Vogue. Ofreció una mirada poco común tras bambalinas y mostró que tras el misterio se escondía una editora perspicaz y motivada que construyó un imperio con visión y esfuerzo.
Un cambio
Incluso tras dejar su puesto como editora en jefe de Vogue Estados Unidos, Wintour sigue siendo la voz de la moda. Como directora editorial global de Condé Nast, seguirá marcando la pauta en más de 25 ediciones de Vogue en todo el mundo y supervisando estratégicamente otras publicaciones de Condé.
Desde 2013, Wintour ha asumido funciones más importantes en la empresa: primero como directora artística de Condé Nast, luego como asesora global de contenido y, más recientemente, como jefa editorial principal.
¿Qué sigue para Vogue y la moda misma?
Con la salida de Wintour de su puesto en Vogue US, ya se especula sobre quién podría reemplazarla. Aún no se ha nombrado a su sucesor, pero el mundo de la moda espera con ansias. ¿Será alguien de Condé Nast? ¿Una decisión audaz de una plataforma digital? ¿O quizás alguien con influencia en la moda y la tecnología?
Independientemente de quién tome el relevo, es evidente que heredará un legado y un reto. Wintour no solo mantuvo a Vogue vigente durante la transición del formato impreso al digital, sino que también ayudó a liderarla. Su instinto ha mantenido a la marca siempre a la vanguardia, navegando en la obsesión de la moda por la reinvención.