Para Julián Gil este fue un fin de semana inolvidable. Desde el momento en el que abrió los ojos el domingo por la mañana, tenía en menta la consigna de conseguir sí o sí la firma de su ídolo del fútbol, Lionel Messi. Su idea iba más allá, pues en lugar de buscar el autógrafo para plasmarlo en un balón, un poster o un jersey como la mayoría de los aficionados; Julián quería que el campeón del mundo le firmara el brazo para inmortalizar el trazo con un tatuaje que portará con orgullo por el resto de su vida.
Encontrar a Messi no fue tarea difícil para Gil, quien sabía que el Inter Miami jugaría contra el Palmeiras en la jornada tres del Mundial de Clubes. La cita era en el Hard Rock Stadium de Miami, y ahí, en el área de prensa, junto a fotógrafos, Julián Gil esperó nervioso a que el equipo descendiera del camión para entrar al estadio. "No voy a pedir ninguna firma, solamente la de Messi", dijo, aunque no pudo evitar saludar a otros jugadores, como Fafá Picault, Sergio Busquets o Jordi Alba.
Encontrar a Messi no fue tarea difícil para Gil, quien sabía que el Inter Miami jugaría contra el Palmeiras en la jornada tres del Mundial de Clubes. La cita era en el Hard Rock Stadium de Miami, y ahí, en el área de prensa, junto a fotógrafos, Julián Gil esperó nervioso a que el equipo descendiera del camión para entrar al estadio. "No voy a pedir ninguna firma, solamente la de Messi", dijo, aunque no pudo evitar saludar a otros jugadores, como Fafá Picault, Sergio Busquets o Jordi Alba.
Finalmente apareció Lionel Messi, y Julián gil fue directo: "Leo, me quiero tatuar tu firma", dijo mostrando el brazo y ofreciéndole un plumón negro para que lo ayudara a completar la tarea. Messi accedió sin dudarlo y se acercó a él para plasmar su autógrafo en la parte interna del codo derecho. "Despacito para que quede bien", indicó Julián al campeón del mundo, quien sonreía mientras firmaba. Ambos se despidieron con un apretón de manos y Julián Gil no podía creer que por fin tenía la firma lista, para ir directo con el tatuador.
Su emoción pronto se convirtió en nervios y dudas, pues el partido estaba por empezar y, por supuesto, no quería ni sudar para que no se fuera a desvanecer el trazo. Incluso llamó al tatuador para preguntar si ya podía ir a ponerse la tinta, pero decidió quedarse a ver el juego en el que el Inter empató con dos goles al Palmeiras, con lo que se enfrentará al Atlanta United y al PSG en los octavos de final el próximo fin de semana.
La pesadilla Julián Gil
Toda la emoción de Julián Gil estuvo rondado por su mente incluso en los sueños, tanto así que él mismo confirmó en sus historias que había tenido una pesadilla en la que se despertaba en su casa, y se daba cuenta de que se le había borrado la firma de Messi. Para evitar que eso suceda y dispuesto a no esperar más, acudió con su amigo tatuador, con quien ya tenía cita para hacer de este un recuerdo permanente.
Tan pronto como pudo, Julián ya se encontraba en el estudio de tatuajes, en donde explicó que la firma será el primero de varios diseños con los que cubrirá su brazo derecho, pues en él piensa contar su historia como aficionado, así como las alegrías que ser fan de Lionel Messi le ha llevado. Un resultado que aún debemos esperar para ver.