Zulinka Pérez, hija del fallecido merenguero Rubby Pérez, ha estado envuelta en una polémica luego de que se hicieran públicas las imágenes de una compensación económica a su nombre por parte de Inversiones E & L, S. R. L., la empresa dueña de la discoteca Jet Set, en donde la madrugada del 8 de abril colapsó el techo cobrando la vida de 236 personas, incluyendo la del cantante. La también cantante, quien se encontraba al interior de la discoteca al momento del trágico suceso como parte de la orquesta de su padre, aclaró a través de un video a qué se debe este pago y por qué es diferente a la indemnización de 435 millones de pesos que ella y su familia buscan de forma legal.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
"Aprovecho ese espacio para dirigirme a ustedes, de manera de aclarar los malos entendidos que han sido tema de conversación en diferentes medios. Antes que nada, quiero expresar mi más profunda solidaridad con las víctimas y los familiares del trágico colapso en el Jet Set. En carne propia estoy viviendo la pérdida que esto ha dejado y el inmenso dolor irreparable, el cual siento profundamente y sé que sólo Dios puede darnos la sabiduría para enfrentar", inicia en su comunicado oral, en el que utilizó un fondo negro y ropa del mismo color, dejando visible únicamente su cara y expresión.
Visiblemente tranquila, la cantante continuó: "En cuanto al tema del cheque que ha sido difundido, sí, es verdad, recibí una compensación sólo como miembro de la orquesta. Al igual que mi esposo Miguel Báez, quien también era miembro de la orquesta, ya que como comprenderán, dejamos de percibir ingresos a nivel laboral". Zulinka agregó: "Aclaro lo anterior, puesto que no se trata, como han querido insinuar, eso es una compensación como miembro de la orquesta, no como hija de Rubby Pérez". Con ello, dejaría abierta la posibilidad de seguir en su batalla legal en contra de los hermanos Espaillat, dueños del Jet Set, a quienes la familia Pérez solicitaría una indemnización de 435 millones de pesos, lo que serían más de 734 mil dólares.
Su necesidad de hablar públicamente
En su video, Zulinka explicó qué la orilló a hablar sobre ese dinero que ella y su esposo habían recibido: "Durante mucho tiempo he optado por guardar silencio, confiando en que las cosas se iban a resolver con madurez y respeto. Sin embargo, ante la desinformación, me he visto en la necesidad de aclarar públicamente mi posición".
Y aclaró: "No busco confrontación con nadie ni polémica. Lo único que yo deseo es que se respete el legado de mi familia. Entiendo que también debe respetar la dignidad de mis padres. Confío en que todo se podrá resolver de la manera más tranquila por las vías adecuadas con la intervención de nuestros abogados y, si es necesario, de los medios y los canales legales correspondientes. Mi único interés es que se maneje todo con transparencia y el respeto que merece mi familia".
La tragedia y la espera por su padre
Zulinka estaba junto a Rubby Pérez en el escenario del Jet Set cuando el techo de la discoteca colapsó en la madrugada del martes 8 de abril. Ella fue una de las sobrevivientes, al igual que su esposo y algunos otros miembros de la orquetas. Sin embargo, su padre y algunos músicos no corrieron con la misma suerte. Durante las horas posteriores, Zulinka estuvo al pendiente de las labores de rescate esperando noticias de su padre. Incluso se había pensado que lo habían encontrado entre los escombros gracias a que se había puesto a cantar para guiar a los rescatistas con la voz para que dieran con él; desafortunadamente no se trataba de él y por la tarde se confirmó que habían encontrado los restos del merenguero.
Al igual que Rubby, 235 personas más de edades diversas perdieron la vida esa noche. El suceso impactó a toda Latinoamérica que, desde lejos enviaba mensajes de apoyo y consuelo para los familiares de las víctimas que tenían que despedir a sus seres queridos de forma repentina.
Una semana atrás, los hermanos Antonio y Maribel Espaillat, dueño y administradora del establecimiento, fueron señalados por homicidio involuntario, pero este jueves fueron puestos en libertad por orden de una juez del Tribunal de Atención Permanente del Distrito Nacional, tras una audiencia de más de 12 horas. Los hermanos Espaillat deberán pagar una fianza de 50 millones de pesos, lo que equivale a unos 842 mil 500 dólares. Además, aún deben enfrentarse a las demandas y acusaciones legales por parte de los familiares de las víctimas, un capítulo que está lejos de cerrarse.