A mediados de mayo, la casa de Taylor Swift, a la orilla del mar en Rhode Island volvía a ser parte de los titulares como hace una década. Cerca del lugar, conocido por ser el punto de encuentro para icónicas fiestas e inspirar a la cantante a escribir el tema The Last Great American Dynasty, se habían encontrado restos humanos en medio de un ambiente de misterio, pues la localidad de Westerly es una zona habitada por gente de alto perfil. Tras semanas de investigación, las autoridades locales han revelado la identidad de la persona a quien pertenecían los restos, al mismo tiempo que cierran un reporte de desaparición.
Según revela el Departamento de Policía de South Kingstown, se trata de Eric Wein, un hombre de 31 años que residía en Massachusetts, cuyo paradero se desconoce desde abril pasado. Su identidad pudo ser confirmada luego de los exámenes correspondientes realizados por la Oficina del Médico Forense de Rhode Island. Sus familiares habían reportado la desaparición el 18 de abril, poco más de una semana después de que se encontrara su auto estacionado en Ocean Avenue, en South Kingston.
El descubrimiento habría ocurrido en la playa, a unos metros de la casa de la cantante, en donde se halló lo que parecía el hueso de una pierna humana, un suceso que alertó a los habitantes de la zona, pues es poco común ya que se considera un lugar tranquilo. Si bien el disturbio llamó la atención, la situación cobró más notoriedad al estar bastante cerca de la propiedad de fin de semana de la famosa cantante, quien no está relacionada de ninguna forma con el caso.
La famosa casa de Taylor Swift
La mansión, mejor conocida como High Watch, cobró fama de 2013 a 2016 por las lujosas fiestas del 4 de julio que Swift organizaba cada verano, con invitados famosos como Ed Sheeran, Selena Gomez, Blake Lively, Ryan Reynolds, Gigi Hadid, Bradley Cooper, las hermanas Haim, KArlie Kloss, y Tom Hiddleston. Fue en 2013 cuando la cantante compró la propiedad por 17.7 millones de dólares, cautivada no sólo por el estilo colonial con una finca de dos hectáreas frente al mar.
Está rodeada de jardines, terrazas y dentro cuenta con ocho habitaciones y 10 baños. Sus grandes ventanales y pisos de madera cuentan más que las fiestas de Swift, pues la cantante se inspiró en ella y su ex dueña, Rebekah Harkness, para escribir The Last Great American Dynasty, incluida en su álbum Folklore (2020), en la que habla del paralelismo entre el escrutinio de sus vidas y la residencia.
Esta no es la primera vez que la casa se ve involucrada en un tema legal, pues en abril de 2019 un auto se estrelló contra una de las puertas luego de una persecución que inició en Connecticut. Por la fama de Swift, varias personas han sido arrestadas intentando perturbar la tranquilidad del lugar en busca de acercarse a la cantante.
Actualmente, Taylor Swift mantiene un proyecto de expansión en su propiedad de fin de semana, a la que ha invertido 1.7 millones de dólares para añadir una habitación tipo suite y renovar la cocina.