Con el paso de los años, Aislinn Derbez ha sabido echar mano de las experiencias de su pasado para asumirlas como lecciones de vida. Su separación de Mauricio Ochmann fue precisamente uno de los episodios más difíciles para ella, según ha reconocido la actriz. De hecho, la también hija de Eugenio Derbez y Gabriela Michel ha confesado cómo ciertos patrones de su crianza durante la infancia repercutieron en su manera de asumir el matrimonio, algo que poco a poco pudo descifrar al tomar conciencia de las cosas, pues en su afán de no repetir los mismos errores de sus padres, vivió inmersa en una idealización de lo que para ella debía ser su vida de mujer casada.
Aislinn habla de su difícil infancia
Aislinn asistió como invitada al podcast llamado Se Regalan Dudas, en el que se sinceró sobre algunos aspectos que marcaron su vida durante la niñez, como el tipo de relación que tuvieron sus padres. “Cuando vives cosas tan duras en tu infancia, que eso es también un poco lo que pasó, que yo tuve unos papás que se odiaban a un nivel que no te puedes imaginar. Muchos gritos, no querían hablarse entre ellos, entonces yo era el teléfono descompuesto, yo era la que: ‘Dile a tu papá es que un…’, todas las groserías que tú puedas imaginar a los cinco años…”.
La interprete de series y películas ahondó en los detalles del tipo de interacción que tenían sus papás, lo cual resultó muy complicado para ella. “No había consciencia absoluta, estaba yo entre dos niños papás y fue demasiado doloroso. Entonces vivir eso por tantos años, porque fue toda mi infancia desde que nací hasta los 25 años. También de cobardía, porque pon tú que mi papá no era tan violento, pero tenía cierta cobardía para no poner límites…”, reveló en la conversación.
Quiso hacer todo distinto
En su afán por no repetir las mismas actitudes y conductas de sus papás, Aislinn asumió un rol muy claro dentro de su relación, aunque eso, a la larga la perjudicó de alguna manera, según expresó. “Precisamente al vivir algo tan duro como que siento que te nublas y que empiezas a crear una fantasía en tu cabeza que dices: ‘A mí no me va a pasar y yo voy a hacer lo que tenga que hacer para que eso no pase’. Primero digo: ‘Voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que esta relación sí funcione y sí dure a diferencia de la de mis papás’, por eso es el abandono, poner todos los huevos en la misma canasta, por eso el desvivirme, por eso todo…”, dijo.
La también emprendedora reconoce cómo vivió el choque con la realidad, cuando después de un tiempo pudo tener claro que la estrategia implementada no había sido la correcta. “Luego ya que no funciona es: ‘Voy a hacer todo lo que está en mis manos para que entonces sea una separación completamente distinta a la de mis papás y que mi hija tenga este mundo perfecto, color de rosa, en el que todo es armonía y nadie se pelea’, que tampoco es real, romantizamos muchas cosas…”.
Su error más grande
Fue como a raíz de lo sucedido, Aislinn pudo tener certeza de las cosas, consciente de cómo había tomado la decisión de asumir su realidad. “Yo creo que mi más grande error fue construir una fantasía en base a mis miedos, que no tenía que ver con la realidad. Entonces en lugar de estar viendo la realidad tal cual es, ves tu fantasía y ves lo que tú quieres para no tener que pasar por tu pasado y no se repita lo que tú viviste que tanto te dolió. No puedes ver la realidad como es…”, contó.