El sábado 24 de mayo, Alejandra Capetillo y Nader Shoueiry se han dado el 'sí, acepto' en una espectacular boda celebrada en la Hacienda Zotoluca, Hidalgo, México, bajo un ambiente bucólico de ensueño y ante 240 invitados que se dieron cita para aplaudir un verdadero triunfo del amor. Bajo la belleza arquitectónica del lugar que ha permanecido intacto a lo largo del tiempo, la historia de los ahora novios es digna de telenovela, ya que posee los ingredientes perfectos de un magistral culebrón al mejor estilo de Valentín Pimstein: dos jóvenes enamorados que tienen que superar una barrera intercultural, una diferencia de edades (se llevan 12 años) y otra religiosa, debido a las creencias musulmanas del novio, de origen libanés.
Pero eso lo dejamos para la ficción porque la verdad es que desde el inicio de su relación, en 2022, fueron el uno para el otro. En abril pasado, Nader y Ale se casaron por la vía civil en España, país donde iniciaron su romance y han establecido su residencia. Ahora, la hija de Biby Gaytán y Eduardo Capetillo, ha sellado su amor para toda la vida por medio de una emotiva ceremonia a la cual ¡HOLA! ha tenido acceso exclusivo.
Para nadie es un secreto que la pareja se ha vuelto el centro de atención de la prensa del corazón y todos sus movimientos siempre han sido un constante motivo de curiosidad que ahora se ha acrecentado con este gran paso en sus vidas. Después de ir a perseguir su sueño a la capital española en 2021, intentando abrirse camino en la industria de la moda y lejos de sus padres, la influencer de 25 años se sorprendió aún más al encontrar al hombre de sus sueños, de 37.
"Desde que conocí a Nader mi vida ha cambiado a mejor. Es una persona que te impulsa a ser tu mejor versión y no solo es mi mejor amigo, sino que ahora, oficialmente, voy a compartir el resto de mi vida con él, si Dios quiere. Siento que con él he crecido mucho como persona en todo, desde que lo conocí. Es una persona sumamente amable, educada, con muchísimos valores y principios. Eso fue lo que nos unió desde el principio y me siento muy afortunada de haber cruzado camino con él en Madrid", expresa Ale.
Una llegada elegante
Desde las 10 de la mañana del sábado y con algo de nervios, Alejandra empezó a prepararse para su gran día. Tras quedar hermosamente lista en el hotel, llegó al epicentro del evento de una manera muy original que, si bien es cierto, se alejó un tanto de las tradiciones mexicanas, contó con un toque moderno y elegante, según lo había planeado el novio.
"Para mí era una ilusión entrar a carreta, con mi papá y mi hermano a caballo... pero, para él [Nader], una de sus ilusiones más grandes en el día de su boda era conseguir un coche vintage, un Mercedes, para que tenga una entrada increíble. Nos dieron ese coche de Mercedes, impresionante, y nos hicimos unas fotos que estarán en el marco de nuestra casa para siempre. Esa entrada a Nader lo llenó de alegría", nos comenta la flamante novia.
"Lo que más me hizo ilusión de ese día fue la entrada a la ceremonia. De solo pensar en ese momento se me ponen los ojos llorosos. La entrada a la fiesta, el baile papá e hija, el baile que hice con Nader... ver bailar a Nader con su mamá, me llenó mucho el corazón", agrega.
Y si hablamos de elegancia, es imposible pasar por alto la prestancia y porte imponente con el que Biby Gaytán hizo su paso por el camino que minutos después recorrería su hija para su enlace matrimonial. La reconocida actriz y cantante estuvo acompañada de su hijo, Eduardo Capetillo Jr., quienes se sostenían el uno al otro del brazo. Dueña de una belleza que el tiempo no disminuye, la madre de la novia no pudo contener las lágrimas de alegría al ver a su pequeña hecha toda una mujer.
La planificación de la boda
Todo lo que conlleva un evento de este calibre requiere de mucho cuidado y atención en los detalles. Para Alejandra, la planeación de su boda fue un proceso el cual disfrutó mucho, pero que también trajo consigo algunos puntos de estrés y ligeros desacuerdos con su pareja. Sin embargo, gracias al equipo correcto y a la sabia noción de saber delegar responsabilidades, todo salió tal cual ella lo había imaginado.
"Dentro de todo, el planear una boda lleva mucho estrés, pero dentro de todo confié mucho en los proveedores y en mis wedding planners, que es Gutiérrez F Studio... O sea, yo con ojos cerrados confiaba en su gusto. Algo que a mí me agobiaba del momento era el hecho de saber que yo no iba a poder estar en México y no iba a poder ver cómo iba quedando mi boda, pero confié en ellos y todo fue un éxito", comenta.
"El único momento en que yo me puse nerviosa y que me estresé, porque quería que saliera perfecto, fue el día de la preboda porque estaba lloviendo mucho y toda mi boda era al exterior; la ceremonia, el banquete, etc. Pero hicimos bastantes rituales, rezamos mucho y mágicamente todo salió espectacular. Nos tocó un súper buen pronóstico de clima. El resumen a todo esto es confiar y soltar el control porque hay cosas que se escapan a ti. Mi boda me dio a entender eso y el día que me estresé tanto, aprendí a confiar y así todo sale mejor", recalcó.
"Me siento sumamente emocionada, ya que al final del día yo vivo en Madrid, así que poder celebrar el amor con mi mejor amigo, en mi país, me llena de muchísima alegría y que lo podamos estar llevando a cabo, especialmente porque mucha gente de Líbano pudo llegar y celebrarlo con nosotros. Sabemos que es un día demasiado único, porque es el día en que las dos culturas van a estar conviviendo y disfrutando, y bueno, qué mejor, la verdad, que hacerlo en mi país con toda mi familia. Gracias a Dios".
Los dos vestidos de novia y otros hermosos detalles
A las 5 de la tarde empezó la ceremonia y el cortejo fue un lujo: Eduardo Capetillo y su hijo, Eduardo Capetillo Jr., llegaron a caballo, con traje de charros y rodeados por un impoluto séquito de mariachis. Acto seguido, el patriarca cumplió con la tradición al caminar con su hija para entregarla a su yerno. "Mi padre me entregó en la ceremonia y lo que hablamos al respecto es que yo siempre he estado enamorada de la boda que ellos hicieron, muy charra, que había mucho caballo, el vestidos todos de charro. Llegaron a caballo y la novia en una carroza, como muy princesa todo. En el momento en que Nader me dio el anillo y las primeras pláticas que tuve con mi papá, sabíamos que eso lo teníamos que incluir en la ceremonia".
Todos los vestidos de Alejandra estuvieron a cargo de la diseñadora Lorena Formoso, con quien la novia ha desarrollado una grata amistad a raíz de un encuentro laboral con ¡HOLA! para una sesión fotográfica en 2022. "Lorena es una gran amiga y es chistosa nuestra historia porque nosotras nos conocimos a través de una portada que hice de ¡HOLA! Cuando inicié mi relación con Nader, experimenté un profundo enamoramiento por el vestido que llevé para la portada. Así que cuando me dieron el anillo, no hubo duda alguna de que ella tenía que ser la diseñadora para toda mi boda y así fue", recuerda.
"Tuve unos vestidos espectaculares. Obviamente, el primer vestido, que fue el Sira, con el que arrancó el fin de semana de la boda, es el que yo usé para la portada con ¡HOLA! Es hermoso porque tiene lentejuelas, unos lazos... o sea, a mí se me hace que el gusto de Lorena no nada más es elegante, pero rompe mucho. Son vestidos que no vas a ver en cualquier otro lado, son muy únicos", resaltó.
La aventura fue más allá y ambas decidieron unir fuerzas creativas para ejecutar una obra maestra textil. Ale tenía la intención de reflejar en su traje una historia particular con un profundo significado emocional, el cual tiene que ver con honrar a un miembro de su familia. La joven personalidad de redes sociales tenía un objeto súper importante para ella, el cual fue el primero que escogió el día que Nader le dio el anillo: la mantilla de su querida abuela, Maricarmen.
"Esa mantilla es española, porque mi abuela es de Sevilla; ya sabía que la tenía que llevar sí o sí por el valor sentimental que tiene para mí. Y el del día de mi boda, el de la ceremonia, queríamos hacer un vestido desde cero, juntas. Terminó siendo el vestido de mis sueños y superó mis expectativas. Quería contar la historia de mi 'yeya' y juntarlo mucho con esa parte sentimental de la mantilla y todo", añadió.
Los detalles son muy importantes y el primer vestido, el que usó para la unión religiosa, tenía un corsé a manera de encaje que comulgaba con la mantilla. "El corte del vestido tenía un tiro bajo que ahora está en tendencia y lo quería llevar. Ella le dio ese giro en la falda que caía en cascada y la tela, muy importante, era una tela rústica. La diseñadora no quería caer en hacer algo repetitivo, que se haya visto mucho, y demuestra su toque en esos detalles tan importantes. Desde el encaje en el escote hasta la tela, fueron escogidas minuciosamente con la intención de lo rústico, ya que nos casamos en un campo. Igual, me adjuntó una mantilla adicional en la parte de atrás del vestido, que era la segunda mantilla de mi abuela, para que el vestido se viera como una sola pieza continua, desde la cabeza hasta el piso. ¡Quedó hermoso!".
El segundo ajuar también tenía un encanto reservado que ella misma nos desvela. "Y el último vestido, el de la fiesta, era uno con el que me quería casar... Esto es un secreto; pero, yo me quería casar con ese vestido y cuando decidimos irnos con el de la ceremonia, sabía que 100% lo tenía que llevar para la fiesta. Un vestido divino, de perlas, un poco transparente, con una capa espectacular que rompe con todo. Esos fueron los hermosos vestidos de mi boda que vivirán en mi cabeza por el resto de mi vida. Cumplí con la tradición de la novia. El azul lo llevo en mi alianza de Rabat: un zafiro en la parte de adentro de mi alianza. Y también mis mejores amigas me regalaron una churumbela para llevar algo azul, entonces tiene zafiros y diamantes. Algo prestado, pues las dos mantillas de mi abuela, y algo nuevo, que fue mi vestido".
Tradiciones y votos en libanés
Las raíces libanesas del novio también estuvieron muy presentes en la boda. Como muestra de ello, hubo espacio para que la familia de Nader se sintiera cómoda y también celebren sus costumbres en suelo mexicano. Como muestra del gran respeto de Ale hacia su marido, dijo sus votos en árabe tras un esfuerzo de declamación que le costó un mes de práctica.
"Mis votos los dije en árabe, estuve practicando un mes entero. Fue un momento espectacular y mi sorpresa para él. Todos los invitados estaban llorando. Yo estaba nerviosa de pronunciar bien y sí creo que todos me entendieron porque veíamos a todos llorar. Yo la verdad estaba muy concentrada pero me dijeron que los vieron a todos llorar. Le dije lo mucho que lo valoro y que agradezco que me haya escogido a mí como su compañera de vida. Nader también hizo unos votos con mucho amor y compartiendo el gran cariño que nos tenemos".
Del mismo modo, la música también fue árabe: desde el DJ hasta tambores en vivo que interpretaban secuencias libanesas. La gastronomía y el banquete, a cargo de Santi Palacios, estuvo de primera línea con opciones que fusionaban lo mejor de los dos países. "No he parado de recibir buenas reseñas de la comida que hubo. En vez de hacer una cena formal, decidimos hacer un bufet libre. Teníamos tantas ganas de meter tanta comida, desde mexicana hasta libanesa, que decidimos que la gente se fuera a servir y mezclar dentro de su plato lo mexicano y lo libanés a la vez".
Durante la fiesta hubo muchas sorpresas. Uno de ellas fueron los fuegos artificiales hechos por TEMPO Fireworks, que eran un verdadero lujo porque iban al ritmo de la música de 'Huapango de Moncayo' de Alondra de la Parra. Otro momento icónico fue el de los lásers a cargo de BATIZ y justo en ese momento la algarabía y el baile se incrementaron con una intensa lluvia. Había también una mesa de dulces, churros, hamburguesas y regalos para los invitados como sombrillas y abanicos.
"Nader y yo no teníamos una canción para bailar pero teníamos en claro que tenía que ser algo muy divertido, una canción con la que también podíamos invitar a bailar a toda la gente que teníamos a nuestro lado. Hicimos una buena búsqueda y nos decidimos por 'Volare' de 'Gipsy Kings'. Practicamos nuestro baile e improvisamos un poco pero esa canción siempre tendrá un valor sentimental en mi vida", nos cuenta emocionada.
La felicidad de sus padres
La buena mujer y esposa en que se ha convertido Alejandra se lo debe a sus grandes referentes: sus famosos padres. Biby Gaytán y Eduardo Capetillo integran una de las parejas más estables del medio artístico con 30 años de matrimonio y una familia numerosa. El orgullo por ver a su hija forjando su futuro y ya casada es algo que los hará sentir que han hecho un gran trabajo como mentores.
"Un consejo que me han dado mis padres para que tenga un matrimonio duradero es el de no irnos a dormir enojados y es algo que se dice fácil, pero es muy difícil de cumplir y lo he escuchado bastantes veces y es algo que mis papás me han dicho y que tenemos que valorar mucho ese amor que tenemos y siempre honrarlo y parte de ese honrarlo es que hasta en las peleas tontas antes de irnos a dormir hagamos el esfuerzo de darnos un beso y hacer las paces", dice la menor de las Capetillo.
Su progenitor entiende que una de sus princesas ya ha volado del nido y que ha caído en buenas manos. Al respecto, ella comenta: "Mi papá ha tomado todo esto muy bien ya que yo estoy desde hace un buen tiempo fuera de México. Siento que mi papá de alguna forma tuvo su momento de desprenderse de mí porque me fui a vivir a Madrid. La verdad, él está muy feliz de verme tan feliz con un hombre como Nader y sabe que él es un hombre con muchos principios y valores y que me quiere muchísimo".
Por ello, ese gran cariño se vio reflejado durante el emotivo baile entre padre e hija. "La canción 'This Would Be an Everlasting Love', de Natalie Cole, a los dos siempre nos ha gustado y siempre la bailamos. Sin embargo, en este viaje que hice, dos semanas antes de la boda, un día íbamos en el coche y me salió la canción "Hoy tengo que decirte papá" un clásico de Timbiriche. Nos volteamos a ver los dos con los ojos llorosos y dijimos que esa era la canción para la boda".
"Mi mamá vivió la boda con muchísima ilusión. Estaba encantada... Tan encantada estaba que bailó árabe. La verdad, mis papás duraron bastante, se quedaron como hasta las 12. Yo pensaba que se irían un poco antes, pero celebraron muy felices", expresa.
Luna de miel y una familia
Aún con la emoción a flor de piel, los recién casados ya tienen planes a futuro: saben dónde van a establecer su residencia, cuántos hijos desean tener y el destino para disfrutar de su primer viaje como esposos. "La luna de miel la estamos organizando con una empresa que se llama Honeymoon. Así que los primeros tres días nos vamos a ir al Maroma Belmond de Riviera Maya, a partir de este martes 27, para descansar un poco porque después viene un viaje potente a África. Vamos a pasar por Seychelles, que es una playa espectacular, y después ya nos vamos al Safari en Tanzania".
"La verdad que al principio no me imaginaba viviendo en México con él pero después de ya tantas visitas he visto que se ha adaptado súper bien a la cultura de México y ha aprendido súper bien español... así que sí creo que en un futuro nos vemos viviendo aquí".
Y aunque su base por el momento seguirá siendo España, saben que en cualquier momento la idea de anclar en México también es una opción latente a futuro para así, algún día, poder formar un hogar con tres hijos. "A mí me encantaría en un futuro ya formar una familia, pero yo creo que esos planes solamente Dios los puede hacer por nosotros. A nosotros claro que sí, desde el momento en que decidimos casarnos, estábamos seguros de que queríamos en algún punto formar una familia. Nos encantaría tener una familia, no tan grande... con unos dos o tres hijos", comenta.
No cabe duda que ambos están escribiendo un nuevo capítulo en letras mayúsculas y lo mejor de todo es que no les queda duda alguna de que están hechos el uno para el otro, luego de haber pasado por el altar. "No evitaría nada de la celebración. Repetiría absolutamente todo. Hasta lo momentos de estrés, que fueron pocos, pero también los repetiría porque no hubiese sido un gran día sin esos bajos. Lo repetiría todo otra vez", puntualiza la joven Capetillo.
Créditos:
Fotos: AGBA WEDDINGS
Vestido: Lorena Formoso
Pendientes y alianzas: Rabat
Makeup: Sisley
Flores: Granada
Wedding Planner: Fernando Gutiérrez de Gutiérrez F Studio