La emoción y alegría tras la elección de un nuevo Papa se sintió en el Vaticano este jueves 8 de mayo. Luego de que por la chimenea de la Capilla Sixtina saliera la esperada fumata blanca que anunciaba que los 133 cardenales votantes provenientes de 71 países habían llegado a un consenso sobre el sucesor del Papa Francisco, el cardenal protodiácono, Dominique Mamberti, de 73 años, salió al balcón de la Basílica de San Pedro para hacer el anuncio oficial con el que nombra al cardenal Roberto Francisco Prevost, de 69 años, el 267° Papa bajo el nombre León XIV.
"Les anuncio un gran gozo: ¡Tenemos papa! El eminentísimo y reverendísimo señor Roberto Francisco Prevost, cardenal de la Santa Iglesia Romana, quien se ha impuesto el nombre León XIV", dijo ante los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, y los millones que observaron el momento a la distancia.
En medio de los aplausos y los gritos de los presentes, León XIV salió para saludar a la multitud e impartir la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo), ... Siguiendo los pasos establecidos por Juan Pablo II, León XIV, al igual que Benedicto XVI y Francisco, rechazó el uso del triregnum o tiara papal, optando por una ceremonia más sencilla con la que se reconoce su cargo.
La elección del Papa León XIV
El cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco dio inicio este miércoles 7 de mayo. Para la elección se consideraron 133 cardenales. El elegido debía obtener 2/3 de los votos, es decir, al menos 89 cardenales habrían puesto su nombre en las papeletas en las que, a puerta cerrada en la Capilla Sixtina, emitían su elección. Luego del escrutinio, el cardenal decano, en presencia del secretario del Colegio Cardenalicio y al maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias; preguntó a Francisco Roberto en latín si aceptaba el cargo, un paso importante en el protocolo a seguir durante la elección.
Tras aceptar, el Papa se dirige a la Sala de Lágrimas, en la Capilla Sixtina, en donde además de orar, es el lugar en el que el nuevo Papa desahoga sus emociones tras recibir el importante cargo como sucesor de San Pedro. Posteriormente se le colocan las vestiduras papales, con las que se presenta ante el mundo en el balcón de la Basílica de San Pedro.