Durante las más de dos décadas en las que Ana Serradilla se ha mantenido vigente en el gusto del público, pocas veces se había mostrado tan abierta a la hora de hablar de cuestiones tan personales como su salud. Como el resto de los invitados a El rincón de los errores, el podcast conducido por Marimar Vega y Efrén Martínez, la actriz se abrió de capa y por primera ocasión habló de la enfermedad autoinmune con la que ha estado lidiando en los últimos años. Sincera, contó cómo este padecimiento le ha mostrado el camino del amor propio, situación que la ha ayudado mucho en su proceso de recuperación. De acuerdo con su relato, en el pasado, en muchas ocasiones dejó su salud para después con tal de cumplir con su autoexigencia en la vida, un comportamiento que pudo haber afectado su cuerpo: “Pasa por encima de mi cuerpo. Pero llegó un momento en el que no estaba viendo los mensajes que se me mandaban con mis maestros en la vida, yo ya no me veía ni a mí”, reconoció.
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El diagnóstico de la actriz
A través de su testimonio, Ana compartió los errores que cree que cometió en el pasado al no ponerse primero: "No estaba siendo buena conmigo, me estaba tratando de la patada. Hace una semana mi terapeuta me dijo: ‘Ana deja de torturarte y deja de torturar a tu cuerpo para estar bien'", comentó la actriz haciendo referencia a la endometriosis. Aunque el padecimiento ha sido retador, reconoce que su diagnóstico fue muy revelador para ella: “Cuando los doctores te dicen: ‘Se sale de tus manos, hay cosas que son así, aprende a vivir con esta condición que tienes’”. Para Ana no es coincidencia haber desarrollado este padecimiento, pues reconoce que en el pasado se llevó al límite en muchas ocasiones en nombre de su autoexigencia: "Eso enferma el cuerpo y te das cuenta cuando te dicen que tienes una enfermedad autoinmune, ¿qué es una enfermedad autoinmune?, tu propio cuerpo te ataca a ti mismo, ¿qué estaba haciendo?, no me estaba amando a mí, me estaba dando de más a los demás y yo qué", explicó.
Su visita al quirófano
Aunque Ana trató de aguantar la situación para evitar pisar el quirófano, la vida la colocó en una situación que simplemente no podía ignorar: "Cuando empezaron a ver análisis más internos para ver lo que se estaba gestando por ahí, encontraron una endometriosis que se estaba infiltrando en mis órganos, parecía que la cirugía iba a ser más sencilla, pero cuando se metieron descubrieron que eso estaba hecho un desastre, el colón estaba involucrado, los intestinos, todo y evidentemente no salí al día siguiente del hospital", contó. Fue en ese momento en el que Ana recibió la lección más importante de esta situación, soltar el control y enfocarse en ella misma: "Pasé por cirugía, pero también fue cirugía de aquí y aquí (señala su cabeza y su corazón), porque tienes que hacer cirugía de todo y es un proceso diario", añadió.
Ana Serradilla narró durante este capítulo que, desde que nació ha enfrentado, en diferentes etapas, problemas de salud, una situación que la hizo desarrollar un sentimiento de insuficiencia que la orilló, en muchas ocasiones, a minimizar su dolor: "El presionarme a querer estar perfectamente bien cuando pasé por dos cirugías, pensar:'Te acaban de operar, dale chance a tu cuerpo a que se regenere, ¿por qué eres tan exigente contigo misma?'". Confesó que, en un punto, llegó a comprometerse laboralmente sabiendo que su salud no estaba al 100%: "Cuando ya es un dolor que te produce una náusea, que te tiene vomitando, que te tiene en el suelo y no puedes disimularlo ante los demás y tienes que trabajar, porque tu dijiste que eres doña perfecta, en lugar de decir: ‘Me siento físicamente mal, no puedo'".
La lección de su enfermedad
Con el tono reflexivo que todos los invitados a la Rincón de los errores utilizan tras compartir su testimonio, Ana reconoció que todo lo que ha enfrentado en los últimos años con su salud, le han dejado una lección muy valiosa: "Si no puedo ayudarte, pues no puedo, pero voy a trata de extenderte mi amor de otra forma, pero va a haber veces que tengo que pensar antes en mí y eso me ha hecho sentirme mejor, empiezo a sentir menos dolor físico, lo noto cuando tomo menos analgésicos", dijo. Sobre este tema, Ana confesó que, debido a los malestares, se apoyó en los analgésicos; sin embargo, tras la operación ha podido ir disminuyendo su uso: "Una cosa es tomar una droga para evadirte en una fiesta, pero no, yo soy de estar en mi casa leyendo un libro, pero si tengo dolor me voy a echar ocho analgésicos y ya estoy harta de sentir dolor, porque a parte he aprendido a vivir con él, porque llega un punto en el que aprendes a vivir con el dolor constante", puntualizó.