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Anne_t t© Getty Images

El espectacular look de Anne Hathaway en Nueva York

Durante un evento sin fines de lucro, la actriz demostró que las joyas pueden ser pieza principal de un atuendo


Septiembre 30, 2023 1:47 AM EDT

Resulta natural que asociemos el nombre de Anne Hathaway con elegancia, moda, sobriedad y buen gusto, pues desde hace años nos ha acostumbrado a ello en cada uno de los eventos sociales, premios o alfombras a las que acude. La actriz se caracteriza por cuidar hasta el más mínimo detalle, por ello no sorprendió que fuera una de las más esperadas y aplaudidas durante los Premios Albie's de la Fundación Clooney para la Justicia. Se trata del segundo año en que las personalidades más destacadas del mundo del entretenimiento se reúnen en Nueva York con el fin de proteger y crear conciencia en torno a los derechos humanos. Esta edición fue dominada por la firma de alta costura Versace, aunque la joyería también es importante, por ello, desmenuzamos los diseños de diamantes con los que se valió la protagonista de ‘El diablo viste a la moda’.

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Bulgari y la elegancia de la serpiente

Aunque en la mayoría de las ocasiones la joyería tiene la función de adornar y realzar los conjuntos, existen casos en los que se utiliza como eje rector de un atuendo, convirtiéndose en pieza clave y marcando el ritmo a su al rededor, para ejemplo lo expuesto por la actriz. Al ser embajadora de Bulgari, prestigiosa casa de piedras preciosas convertidas en arte, Anne se enfundó en su totalidad con diseños de la firma. Para la parte superior utilizó un collar de alta joyería en oro blanco con un diamante redondo corte brillante de 2.5 quilates al centro, al que se sumaron 12 diamantes más escalonados, todo unido a un redondel también de diamantes elaborado con la fina técnica de montaje ‘pavé’, que consiste en el engaste uniforme y compacto de tal modo que el metal que da forma a la circunferencia sea invisible. En los extremos cuenta con discretos detalles alusivos a la serpiente, emblemático animal de la Maison. Por un lado, un diminuto óvalo que asemeja la cabeza del reptil, y por el otro,un adorno en punto/fecha que hace alusión a la cola; en total el diseño tiene un carat de 7.17 quilates.

En seguimiento al contorno del rostro, Hathaway portó aretes de alta joyería en oro blanco con dos diamantes redondos corte brillante de 1.50 quilates cada uno. Ambos se complementan por 40 piedras escalonadas. Pasando a las manos, la histrionisa se inclinó por un icono clásico y atemporal: un reloj secreto perteneciente a la colección serpenti. Se trata de una pieza de alta joyería ‘misteriosi’ con micromovimiento mecánico de manufactura y carga manual, caja y brazalete de oro blanco de 18 quilates. La suntuosa serpiente —elaborada en Suiza— está enteramente cubierta de diamantes, zafiros y detalles de gema lapislázuli. En la muñeca contraria lució un brazalete haute joaillerie de la misma familia serpentina. Para no mezclar materiales, la pulsera también está hecha de oro blanco de 18 quilates, con pavé de diamantes y una espléndida cabeza que resalta por los dos hipnóticos ojos de esmeralda en forma de pera con carat de 13.62 quilates.

A lo anterior, agregó dos anillos de alta joyería en platino. Uno cuenta con un diamante redondo corte brillante y pavé de piedras, mientras que el otro está adornado por un diamante ovalado y 54 diamantes escalonados de 3.42 quilates. Finalmente, para la marca de la que es imagen, optó por un bolso de hombro ‘Serpenti Baia’ en piel de becerro metropolitano plateado con forro en piel de napa negra. Este modelo está dotado de dos gruesas cadenas en forma de cuerpo de serpiente desmontable y una sección adicional de cadena para extender la bandolera hasta la longitud deseada y poder llevarlo de múltiples maneras. El bolso se completa con el icónico cierre magnético con la cabeza de serpiente, cuyas hipnotizadoras escamas y diseño se inspiran en las joyas Serpenti de la década de 1960; tiene un valor aproximado de 58 mil pesos mexicanos.

El vestido, una apuesta atrevida

Anne Hathaway lució uno de los vestidos más emblemáticos de la colección primavera-verano 2024 de Versace. Se trata de una prenda larga y ajustada, ceñida a las curvas del cuerpo, con tirantes, escote pronunciado en V y apertura a la mitad de la espalda, un patrón ajedrezado de finas mallas metálicas en tonos verdes y plateados, que remata en el parte superior con flores verdes bordadas en encaje y se acompaña con unos zapatos plateados con un gran moño de la misma marca italiana dirigida por Donatella Versace.