María Celeste Arrarás y su hijo Adrián Vadim van rumbo al estrellato©Digital Cover Espanol
Conmovedor

María Celeste Arrarás revela los desafíos que su hijo enfrentó tras ser adoptado

Adrián Vadim sufrió problemas digestivos, de desarrollo sensorial, del habla, entre otros

María Celeste Arrarás compartió en su más reciente columna los retos que su hijo Adrián Vadim enfrentó en sus primeros meses de vida. Como nunca, la periodista reveló los problemas físicos y emocionales que el pequeño de origen ruso presentó a raíz de su estadía en un orfelinato a dos horas de Moscú, el cual estaba en condiciones precarias. La puertorriqueña contó las terapias que su hijo tuvo que realizar, así como las recomendaciones médicas que el pediatra familiar le dio a ella y a su entonces esposo para el desarrollo adecuado del niño.

María Celeste Arrarás y su hijo Adrián©Custom
María Celeste Arrarás y su hijo Adrián Vadim. El segundo nombre de su hijo es de origen ruso, y ese fue el que le asignaron en su natal Rusia

En su visita al orfelinato, Arrarás y su marido Manny Arvesu, del cual se separó en 2004, notaron que había ciertos problemas con el desarrollo de su hijo. En la columna Así lo veo... se sinceró sobre los complejos meses que vivieron en casa: “Los primeros meses fueron difíciles para todos, pero especialmente para Adrián. Como nadie le hablaba en el orfelinato, nunca aprendió a balbucear como hacen otros niños antes de comenzar a hablar”.

María Celeste y su hijo©@mariacelestearraras
Esta es una fotografía del primer encuentro entre María Celeste y el peuqeño Vadim. La periodista reveló que hasta ese momento, el niño nunca había sido expuesto a la luz del sol

“Sólo sabía gruñir y tuvo que recibir varios meses de terapia. También necesitó fisioterapia para fortalecer sus músculos, de manera que pudiera sentarse derecho, gatear y, con el tiempo, caminar. Además, recibió terapia ocupacional para aprender a relacionarse con los demás”, añadió.

María Celeste agregó: “Como no había tenido contacto físico con otras personas, su sistema nervioso estaba atrofiado. Una caricia le provocaba una reacción tan intensa que no podía tolerarla”. Para estimular sus nervios sensoriales, la comunicadora y su esposo tuvieron que pasarle un cepillo de cerdas gruesas por dos horas durante un par de meses”.

María Celeste Arrarás y su hijos©@adrianvadim
María Celeste Arrarás y sus tres hijos

Pero los retos no terminaban ahí, pues Adrián tenía otras consecuencias como en su sistema digestivo, e incluso tenía miedo de tomar un baño. “Al principio, lo metíamos en la bañera y gritaba de terror. Como en el orfelinato a los bebés los bañaban en grupo, uno detrás del otro, sin una madre que estuviera pendiente de la temperatura del agua, probablemente ésta estaba muy fría o tan caliente que le quemaba la piel”. La solución que la periodista encontró fue que el bebé compartiera la hora del baño con su hermano mayor. “No fue hasta que lo metimos en la bañera con Julián que se dio cuenta que no había nada que temer”.

Fueron unos meses de mucho trabajo, pero al final, todo salió bien y el desarrollo de Adrián fue de lo más óptimo, como el de sus hermanos Julián y Lara. La periodista asegura que la mejor terapia que su hijo pudo tener fue el amor. “La terapia más efectiva que Adrián recibió fue la que sólo el amor puede dar. Aprendió a mirarnos a los ojos, a abrazarnos y a mostrar afecto. Les puedo decir que hoy en día es el más afectuoso de mis tres hijos. Vive besándonos y abrazándonos a todos constantemente”.

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