"Respirar y fluir": Así vive el autocuidado Pamela Almanza

Estar tranquila, poder darme lo que sé que necesito para estar bien conmigo misma y los que amo. No me refiero a viajes y lujos ( aunque claro que me encantan) si no a esas pequeñas cosas en mi rutina que necesito para poder mantener mi higiene mental y equilibrio. 

Tocar base con esos pequeños rituales de mi día a día,  levantarme temprano, hacer ejercicio , desayunar, leer etc… Necesito cierta rutina y ciertos puntos base dentro de mi vida para anclarme y no sentirme desequilibrada.

Despertar temprano con la casa recogida. Tomar una taza de café, irme a hacer ejercicio y tener un desayuno completo. Me encanta sentir que aprovecho el día arrancando con todo.

La que sea donde sienta que me esfuerzo al máximo y haga algo que creía no poder. Me gusta sentir que de verdad trabajé y que llevé a mi cuerpo al límite de forma consciente.

Lo necesito para calmar mi mente, salir de mi cabeza para habitar  mi cuerpo y regresar a ella despejada. Es una manera muy hermosa que he encontrado para conectar conmigo misma  y ver dentro de mi. 

Apagar el celular o realmente no pelarlo. Pienso mucho en la palabra desconectar y creo que la tenemos muy mal entendida. La relacionamos justo con descanso y es normal dado que vivimos enganchados a una pantalla. Pero yo  justo lo que busco es conectar , no desconectar . Creo que uno puede estar conectado y descansando . Para realmente poder descansar tenemos que conectar con nosotros,conectar con nuestros “amores” familia o amigos , o con nuestro perro. Y en esa conexión permitirnos sólo estar. Cuando sólo soy y estoy  es cuando más descanso.  

Me gusta. Lo disfruto muchísimo y siento que me mantiene curiosa y ejercitando mi imaginación. Es de los pocos momentos en mi día donde estoy completamente en cuerpo y alma dedicada a una sola cosa. Apaga el ruido de afuera y también me doy cuenta cómo impulsa mi creatividad. La lectura , he descubierto,  se vuelve el lugar donde siembro semillas que luego veo florecer en mi trabajo y búsqueda personal como artista.

Me cuido haciéndome caso, poniéndome a mí como prioridad e intentando ser honesta conmigo misma . Hay muchísimas veces donde me olvido de mi misma y termino traicionándome . Desde aguantarme las ganas de ir al baño hasta no decir lo que siento. Procuro cada vez más, ser más compasiva conmigo misma y darme atención.

Un trozo de chocolate de postre. Me pone muy feliz .

El ejercicio, la terapia, el descanso , la alimentación balanceada y  lo más importante : mi red de apoyo.

"Todo está bien".

Poniendo límites. He tenido que descubrir cuáles son los límites para mí. Y más que imponerlos a alguien , son conmigo. Soy yo a quien se los pongo , la que no los debe cruzar. Saber bien qué no estoy dispuesta a aceptar o negociar y de dónde me tengo que “retirar” .  Saber dónde está el límite de lo que me hace daño e intentar no rebasarlo. También últimamente cuido mi salud mental cuidando lo que consumo, el contenido que puede llegar a mí a través  de redes sociales , música, lecturas, personas. Evito relacionarme con lo que sé que me pone más ansiosa de lo normal. 

Primero acepto que estoy teniendo un mal día . Intento no dejar de hacer mis “básicos” y tener mucha compasión conmigo misma. Respirar y fluir… ya habrá días mejores. Creo que abrazar los malos días me ha ayudado a no pelearme con el malestar tanto, se hace más soportable y sufro menos. Intento navegar la ola tal como es, aceptando también lo malo. 

Dándole espacio a todo lo que es importante para mí. De más joven creía que ,como disfrutaba tanto mi trabajo, era lo único que tenía que priorizar. Hoy me doy cuenta que la familia, mis amigos y otros aspectos de mi vida son igual de importantes y solo yo puedo darles esa importancia y tiempo. Pero hay que buscarles tiempo e intención para hacer que también esas otras partes se desarrollen.

Es ser auténtico, ser quien realmente eres. Apegarte a tu esencia . No hay nada más bello que ser uno mismo, con sus matices y defectos.