"Todos dicen que tengo mucho que decir de muchas cosas”, nos confiesa Nath Campos, mientras repasa los inicios de su carrera. Hace 12 años, sin saber exactamente hacia dónde la llevaría, comenzó a crear contenido en redes sociales. Lo que empezó como un experimento terminó por convertirse en una plataforma poderosa para expresar su voz, su historia y todo eso de lo que —según ella— no se habla lo suficiente.
Actualmente la influencia de Nath Campos ha trascendido de manera impactante, logrando alcanzar a un gran número de personas. Su cuenta de Instagram alcanza 2.9 millones de seguidores mientras que en Youtube tiene 2.36 millones. Para darle un giro a su contenido, Nath le dio vida a un programa de televisión digital llamado The Late Nath Show donde hace entrevistas, sketches y otro tipo de contenido.
Con una trayectoria en comunicación y una identidad visual marcada por la valentía de atreverse y evolucionar, hoy Nath se ha consolidado como una figura que inspira desde la autenticidad. En esta conversación, nos comparte su visión personal sobre la belleza, entendida no solo como una cuestión estética, sino como un reflejo de aquello que se vive, se siente y se aprende en el camino. Porque para Nath, ser bella es, ante todo, ser real.

Conversando con Nath Campos
Empecé hace casi 12 años, en el 2013, en una aplicación llamada Vine. Soy de una de las primeras generaciones del Internet y empecé haciendo videos muy cortos, de todo, pero especialmente de comedia. Siento que he recorrido muchos caminos en internet y ha evolucionado muchísimo la digitalidad, y yo también con ella. Personalmente, creo que he vivido muchísimas cosas porque he crecido con el internet, tenía 18 años cuando empecé a hacer videos, entonces siento que también he sido muchas versiones de mí misma. He hecho de todo: desde sketches, contenido de viajes, tuve un canal de pareja con mi ex novio, hice tags, hice todo lo que uno podría hacer en el internet. Ha sido muy bonito crecer ante los ojos de la gente, pero también muy retador.
Siento que soy un experimento social… bueno yo y todos los creadores de contenido. Uno que todavía no sabemos muy bien cómo va a salir, porque considero que crecer con tantas opiniones sobre tu persona sí afecta tu personalidad. Y esas opiniones no solo son alrededor de cómo te ves, son sobre todos los aspectos de tu vida: desde cómo te llevas con tus amigos, con tu familia, cómo son tus relaciones, creo que eso definitivamente afecta. Hemos visto muchos ejemplos de cómo afecta la salud mental de muchos.
Para mí es un tema muy delicado. Sobre todo en los últimos años me ha quedado muy claro que la belleza cambia con la percepción de la gente. Últimamente he estado muy clavada con temas de activismo y siento que, para mí, eso se ha vuelto muy claro con el tiempo. Sobre todo, últimamente, lo vemos mucho con el tema de la delgadez, de la blanquitud; como que la belleza es lo que nos han dicho que es, lo que quieren que creemos que sea. Ahora que cumplí 30 es un tema que he tenido mucho en mente y he tratado de estudiar. Como que todo ese tipo de cosas, lo que nos quieren vender, es lo que me hace pensar que belleza es lo que quieren que creamos que sea. Pero es muy ambiguo, creo que la definición de belleza es muy personal y siento que ha cambiado mucho alrededor del tiempo y la historia. Es un tema que me pica mucho la cabeza, me mueve mucho y aumenta entre más crezco.
"La definición de belleza es muy personal y siento que ha cambiado mucho alrededor del tiempo y la historia".
Siento que es muy difícil. Se necesita valor y fuerza, por lo que hay que tenerse paciencia en estos procesos y pensar que no son cosas de dientes para afuera. A mí me ayuda mucho también consumir contenido relacionado con esos temas.
Mucha terapia, mucha red de apoyo, mucho juntarme con amigos. Siento que justo este tema del amor propio y autocuidado se nos ha vendido muy por encimita, sin contar que hay todo un sistema muy opresor. No olvidemos que el amor propio no puede existir cuando todavía hay un sistema en el que estamos nadando contra corriente. Y eso me hace volver al tema sobre tenernos mucha compasión.
Nació también de estos procesos que yo empecé a entender, nació de mi deconstrucción y de querer simplificar esos temas y abordarlos desde otro punto que no fuera el reclamo, el regaño, sino desde un lugar más sencillo de entender para las personas. Específicamente, creo que yo quería hablarle a mis hermanos —específicamente a mi hermano menor—, mis tíos, mis papás, personas con las que quería hablar de ciertos temas o explicarles ciertos temas de mi deconstrucción y que sentía que no iban a entender los temas tan complejos en los que yo me había metido. Tratamos de simplificar muchos temas, lo abordamos desde el humor y hacemos un formato tipo talk show. La verdad es un proyecto que nos tiene muy orgullosas. Ahora también tenemos los episodios en lengua de señas mexicana. Entonces, nos sentimos muy orgullosas y estamos muy contentas de llevarlo a cabo. Ha sido complejo, pero también ha sido muy entretenido. He aprendido muchísimo porque no se parecía a nada de lo que había hecho antes en YouTube. Ha sido un camino y un recorrido muy interesante y de mucho aprendizaje también.
"No olvidemos que el amor propio no puede existir cuando todavía hay un sistema en el que estamos nadando contra corriente".

“No te claves”, ese es mi mantra. Siento que siempre fui y he sido una persona muy ansiosa que, además, abordo la vida con mucha intensidad. “No te claves” y “relájate” sería algo que me diría o habría esperado que alguien me dijera. Pero también respondería que más que un consejo, sería lindo un abrazo… siento que en el pasado como que podría recibir un buen abrazo o un buen apoyo. Como que siento que sí necesitaba una persona ahí como para recargarme emocionalmente.
Puede sonar muy cliché, pero yo sí soy de que me desconecto y le hablo a mis amigos. El otro día, por ejemplo no tenía ánimo de nada, me sentía fatal y les escribí a algunos amigos para que fueran a mi casa a dibujar y eso sucedió… mi gente me puede voltear el ánimo en dos segundos… una llamada de 15 segundos con mi mejor amigo me puede alegrar la vida y cambiar el ánimo súper rápido.
El otro día, mi hermanita, que tiene 12 años me dijo: “Tengo muchísimo miedo de hacerme fleco”. Nunca se ha hecho nada en el pelo, ni siquiera fleco, así que entiendo su nervio, pero le contesté: “El pelo te va a volver a crecer, ¿de qué hablas? Tienes 12 años, no es tan grave. Es como tener miedo de cortarte las uñas”. Le dije eso porque de verdad me pareció exagerado su miedo. El pelo vuelve, no es permanente. Ahora que lo pienso, recuerdo que la primera vez que me pinté el pelo sí lo sentí como algo importante. Tengo muchos hermanos, pero una de mis hermanas, que va a cumplir 24, empezó a pintarse el pelo desde chiquita. Siempre se cambiaba de color de forma súper extrema: de un tono a otro, sin miedo. En cambio, yo empecé a pintarme el pelo mucho más grande, como a los 21 o 22 años y tenía muchísimo miedo de pintarme el pelo porque me gustaba mi color natural. Pensaba: “¿Y si nunca regresa?”, tenía un pánico real. La primera vez que lo hice fue por una campaña, así que fue casi obligatorio. Dije: “Bueno, solo me voy a pintar las puntas, nada más”. A partir de ahí, lo he tenido, literal, de todos los colores. No creo que haya un tono que no haya probado. Me encantó la experiencia porque sentí que podía cambiar de personalidad, y eso me encanta. Soy Acuario, obvio. He cambiado muchísimo, he ido y venido entre estilos. Y no te voy a mentir, sí se me ha arruinado el pelo varias veces. Pero siempre vuelve a crecer, y esa es la magia del pelo. Desde que encontré a una buena gurú capilar, todo cambió. Ese es el truco número uno. El número dos es hacerte tratamientos. Yo me hago uno cada mes, no dejo las cosas al destino. Siempre me estoy aplicando algo, cuidándolo. Eso es 100% parte del proceso. Y la verdad, tengo muchísimo pelo. O sea, sí tengo con qué jugar. No es solo suerte, también es que lo cuido.

Pues siento que el rojo me da más luz. Además, es el que recibe más cumplidos de la gente.
Yo uso bolsas muy chiquitas, porque soy una persona muy práctica pero siempre encontrarás Aquaphor para los labios, porque siempre estoy seca. Uso muchos productos de Yuya, como las tintas, también las sombras en lapiz de Fenty Beauty, muchos productos de Rare Beauty… Uso una barra de Huda Beauty, que es multiusos. Desodorante también siempre traigo. Traigo también un Tiger Balm que es una pomada china para mi dolor de espalda; unos aretes de emergencia, pinzas, medicinas… en fin, creo que eso es lo que hay en mi bolso.
